- Las organizaciones del gran consumo calificaron ayer de “máxima urgencia” acabar con un paro del transporte, que tildaron de “problema de Estado”, al tiempo que advirtieron de que el conflicto amenaza ya la producción y de que peligran más de 100.000 puestos de trabajo.
Ante esta situación, la cadena de valor del gran consumo -sector primario, industria y distribución- pidió a los convocantes en un comunicado conjunto que dejen de “coaccionar” al resto de sectores, impidiendo el desarrollo de su actividad. Las organizaciones Aecoc, ACES, Anged, Asedas, Cooperativas Agro-Alimentarias y FIAB, instaron también al Gobierno a “no perder ni un segundo en la concreción del plan de ayudas al transporte”.
La cadena de valor agroalimentaria y del gran consumo cree “inaplazable poner fin a esta situación que está poniendo en claro riesgo el abastecimiento de productos, así como la continuidad de miles de negocios y empleos”. En este contexto, el gran consumo hizo un llamamiento al Gobierno a realizar “una intervención urgente” en un conflicto que “se ha convertido en un problema de Estado con un impacto sobre la economía y los ciudadanos que no admite demora”.
Asimismo, exigieron que se garantice la seguridad y el derecho a trabajar de los transportistas que no quieren sumarse al paro, y que quienes lo secundan no coaccionen al resto de los sectores de la cadena ni impidan la libre circulación de mercancías.
En cualquier caso el sector quiso mandar un mensaje de tranquilidad a las familias en relación al abastecimiento de productos. “Queremos apelar a la calma a los consumidores porque no es necesario hacer acopios o compras compulsivas de productos. Estamos trabajando para garantizar una plena disposición del surtido para los hogares, pero para ello es necesario también comprar con responsabilidad”, aseguró el presidente de ACES -la patronal de los supermercados-, Aurelio del Pino.