- La segunda jornada de la huelga de los transportistas autónomos por el elevado precio de los carburantes dejó ayer en tierra a la flota de bajura vasca -que ha decidido no faenar hasta el lunes- y paralizó la actividad del puerto de Bilbao.

El impacto más importante de la segunda jornada de paro, secundado en Euskadi por el sindicato Hiru, pero no por las grandes patronales, se produjo en la actividad de la flota de bajura, que ha suspendido las costeras de anchoa y verdel, ya que los pescadores entienden que no está garantizada la distribución de las capturas. Los arrantzales tomaron esta decisión, consensuada con toda la flota de bajura del Cantábrico, en vísperas de mantener una reunión con el Gobierno Vasco para analizar las consecuencias de la crisis de Ucrania en su actividad.

Los paros afectaron también al puerto de Bilbao, ya que, según la Asociación de Transportistas Trabajadores Autónomos del puerto, TransportBilbao, no ha salido por carretera ninguna mercancía desde esta instalación. El sindicato de transportistas vascos Hiru destacó ayer en declaraciones a Europa Press el “amplio” seguimiento que está teniendo la huelga del transporte, aunque aún no cuentan con cifras concretas.

TransportBilbao, miembro de Fenadismer, segunda organización de transportistas más importante de España, no secunda este paro, pero los transportistas autónomos asociados, “por miedo unos y otros porque ya no les da la vida con el precio del gasóleo”, están parados este martes, admitió dicho portavoz.

Los piquetes de transportistas en huelga ubicados a la entrada de las instalaciones del Puerto de Bilbao en Santurtzi endurecieron su actitud, al obligar a camiones que pretendían entrar a recoger mercancía a primeras horas de la mañana a darse la vuelta sin cargar. Allí se vivieron momentos de tensión entre los huelguistas y efectivos de la Ertzaintza al colocarse los primeros en medio de la calzada para impedir el paso de los camiones que, en vacío, acudían a cargar mercancías.

Incluso algún huelguista llegó a golpear con la mano la cabina de uno de los camiones que acudía al Puerto y recriminado a su conductor que pretendiese llevar a cabo su trabajo cotidiano, acción que provocó la reacción de la Ertzaintza, que obligó a los piquetes a retirarse de la calzada y permitir el paso de los vehículos pesados que quisiesen hacerlo. A pesar de quedar libre el acceso, camioneros que acudían al lugar con sus vehículos vacíos para cargar, al ver a los piquetes, continuaron la marcha sin entrar a las instalaciones portuarias.

Por el contrario, la huelga no tuvo una afección significativa en el Puerto de Pasaia, ya que los paros coinciden además con jornadas de “poca actividad” de entrada y salida de buques, señalaron a Efe fuentes de la Autoridad Portuaria, que detallaron que no se han producido piquetes informativos.

La reivindicación de los transportistas de Hiru se trasladó ayer a Nafarroa, donde una caravana de camiones convocada por este sindicato, al que se ha unido Tradinsa, viajó desde Galar hasta Iruñea, donde se produjeron retenciones.

Los transportistas entregaron en la sede del Gobierno navarro un escrito con sus reivindicaciones, en el que denuncian el “abandono y la falta de respaldo de la Administración” que, a su juicio, padecen. Hiru realizará hoy una acción similar en Araba, desde Nanclares de la Oca hasta Gasteiz, donde también entregarán un escrito al Gobierno Vasco.

A la espera de posibles afecciones en el suministro de productos para los hogares y las empresas, los primeros efectos en Euskadi los están notando los arrantzales. La flota de cerco que pesca anchoa y verdel paró ayer debido a que no tienen garantizada la distribución de las capturas. En declaraciones a Radio Euskadi, Eugenio Elduayen precisó que no se trata de una huelga del sector, que ayer mantuvo una reunión en el Ministerio, mientras que hoy miércoles las cofradías de Bizkaia y Gipuzkoa se reunirán con el Gobierno Vasco y, en función del resultado de estos encuentros, “veremos lo que hacemos”.

En cuanto a las reivindicaciones que la flota trasladará tanto al Ministerio como al Gobierno Vasco, Elduayen afirmó que la flota del Estado “no aguanta el precio del carburante”. “Los gastos son brutales y muchas unidades de pesca tendrían que parar, por lo que tenemos que buscar una forma, directa o bien indirecta, de paliar en cierta manera este precio del gasoil, para que, al menos, si no ganamos que no perdamos, porque salir a la mar para perder dinero no va a ser”, advirtió.

En ese sentido, afirmó que están abiertos a “cualquier medida que palie ese precio”, por lo que valorarán todas las propuestas, que “tienen que ir encaminadas a minorar ese precio del gasoil”.

De momento, en la reunión ayer en el Ministerio no hubo respuestas concretas. La secretaria general de Pesca, Alicia Villauriz, trasladó al sector pesquero español la necesidad de abordar los efectos de la carestía del gasóleo en la flota “desde un punto de vista comunitario”.

En declaraciones a los medios de comunicación tras reunirse con las cofradías de pescadores y con la patronal de los armadores (Cepesca), Villauriz explicó que hay “mecanismos efectivos” a aplicar a través del nuevo Fondo Europeo Marítimo de Pesca y de Acuicultura (Fempa), que permitiría compensar los costes extraordinarios ante una situación de crisis como la actual, derivada de las consecuencias de la guerra en Ucrania.

Impuestos

El Real Automóvil Club Vasco Navarro (RACVN) pidió ayer al Gobierno central que reduzca “temporalmente” los impuestos a los carburantes “al igual que hizo con la luz”. Así, cree que el Estado “tiene margen para reducir la carga fiscal” porque con la subida de los precios “recauda más”. Según advirtió, “si no se actúa pronto, la cesta de la compra se encarecerá aún más. Repercutirá en todo tipo de productos, desde el elemental hasta el de lujo, e incluso puede producirse una rotura en la cadena de suministro, que los transportistas no puedan realizar su actividad y comiencen a escasear productos”.