- El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) revisó ayer sus dos principales instrumentos de política como consecuencia del impacto de la guerra en Ucrania y de la inflación, de forma que finalizará antes de tiempo las compras netas de activos, si bien ha planteado que la subida de tipos se produzca más tarde de lo esperado. Hasta ahora, el BCE tenía previsto realizar compras netas de 40.000 millones por mes en el segundo trimestre de 2022, que bajarían a 30.000 millones en el tercer trimestre y se situarían en 20.000 millones desde octubre durante tanto tiempo como fuera necesario.
Sin embargo, las perspectivas macroeconómicas han hecho que el BCE cambie este plan. Según comunicó ayer, en abril se realizarán compras netas por valor de 40.000 millones, que bajarán a 30.000 millones en mayo y 20.000 millones en junio. Tras esa fecha, el BCE ha abierto la puerta a finalizar las compras netas de activos al amparo del programa de compra de activos públicos (APP, por sus siglas en inglés) en el tercer trimestre, siempre que los datos apoyen las previsiones a medio plazo de inflación.
Si el BCE lleva a cero las compras netas de activos del APP, será la segunda vez que suceda desde que inició este programa de estímulos en octubre de 2014. Entre enero y octubre de 2019 el BCE ya paralizó las compras netas de activos, únicamente limitándose a reinvertir los vencimientos. No obstante, si las perspectivas a medio plazo de inflación en el tercer trimestre son “inconsistentes” con el progreso hacia el objetivo del 2% de inflación, el BCE ha alertado de que revisará la hoja de ruta tanto en términos de duración como de cantidad.
En todo caso, la autoridad monetaria ha mantenido sin cambios su compromiso de reinvertir los vencimientos de los activos comprados al amparo del APP “por un periodo de tiempo extendido” después de que comience a subir los tipos de interés. El segundo gran cambio del BCE anunciado ayer tiene que ver con los tipos de interés. El instituto emisor ha mantenido sin cambios los tipos de interés de referencia para sus operaciones de refinanciación en el 0%, mientras que la tasa de facilidad de depósito continuará en el -0,50% y la de facilidad de préstamo, en el 0,25%. Sin embargo, ha variado las perspectivas.
Hasta ahora, el organismo había dicho que los tipos subirían “poco después” de que finalizaran las compras de activos. Pero ayer varió esa previsión y ahora indicó que cualquier ajuste en el precio del dinero tendrá lugar “en algún momento” después de que finalicen las compras netas de activos. Asimismo, cualquier cambio en los tipos de interés “será gradual”. “La senda para los tipos de interés del BCE seguirá estando determinada por la orientación a futuro del Consejo de Gobierno y por su compromiso estratégico con estabilizar la inflación en el 2% a medio plazo”, subrayó el organismo.
El BCE ha revisado a la baja sus previsiones de crecimiento para la zona euro, mientras que ha incrementado las expectativas de inflación en sus nuevas proyecciones macroeconómicas, que incluyen una primera evaluación del potencial impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania. De este modo, el banco central espera ahora que el PIB de la eurozona crecerá este año un 3,7%, en vez del 4,2% anticipado en diciembre, mientras que en 2023 la expansión del PIB será del 2,8%, una décima menos de lo previsto anteriormente, y en 2024 el PIB crecerá un 1,6%, en línea con la proyección de diciembre.
En cuanto a los precios, el BCE ha revisado al alza sus previsiones de inflación, que ahora sitúa en el 5,1% en 2022 y en el 2,1% en 2023, cuando en diciembre anticipaba subidas de precios del 3,2% y el 1,8%, respectivamente. Para 2024, la institución prevé una tasa de inflación del 1,9%, una décima más que lo previsto en diciembre.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, reconoció ayer que los riesgos para la economía han aumentado “sustancialmente” como consecuencia de la invasión de Ucrania por Rusia y advirtió del impacto potencial sobre la demanda que pueden tener mayores subidas de los precios a raíz del alza de la energía y de las materias primas. De este modo, el BCE tiene previsto publicar escenarios macroeconómicos alternativos para reflejar distintas posibilidades en función de la evolución de la guerra en Ucrania.