- El Consejo de Ministros dio ayer luz verde a la subida del Salario Mínimo Interprofesional a 1.000 euros mensuales con efectos retroactivos desde el 1 de enero de este año, lo que supone 35 euros más que el SMI vigente actualmente, que consta de 965 euros al mes.

La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, defendió en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que esta medida acerca a España a las “puertas de Europa” en cuanto a mejora salarial. “El SMI empieza a ser ya digno en nuestro país y se asemeja a las medias europeas, aunque queda mucho camino por recorrer”, señaló la titular de Trabajo.

Esta subida es fruto del acuerdo que suscribieron Yolanda Díaz, y los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, respectivamente, el pasado 9 de febrero y del que se descolgaron las patronales CEOE y Cepyme, como ya hicieron en el anterior aumento del SMI desde los 950 a 965 euros. Ante esto, Díaz pidió “un compromiso y un pacto de país” para que Gobierno, empresarios y sindicatos remen en la misma dirección en cuanto a la determinación de que los salarios deben mejorar. “Si mejoran los salarios, como se ha demostrado con el incremento del SMI, mejora la economía en su conjunto”, recalcó.

El acuerdo firmado entre el Gobierno y los sindicatos fija el SMI en 1.000 euros brutos al mes en 14 pagas desde el 1 de enero, lo que equivale a 33,33 euros brutos al día con carácter general.

La jornada legal quedará fijada en 47,36 euros en el caso de los trabajadores eventuales y temporeros cuyos servicios a una misma empresa no excedan de los 120 días. Para los trabajadores de hogar, la hora trabajada se pagará a 7,82 euros brutos. Estos nuevos montantes representan un incremento del 3,63% con respecto a las cuantías de 2021.

Según cálculos sindicales, el aumento del SMI a 1.000 euros impactará directamente sobre 1,8 millones de trabajadores, especialmente sobre mujeres y jóvenes. De hecho, el perfil del trabajador que más se beneficiará con este repunte del salario mínimo se corresponde con el de una mujer, de 16 a 34 años, que trabaja fundamentalmente en el sector agrícola o en el de servicios.

La vicepresidenta defendió que subir el salario mínimo ha sido muy positivo para la economía española porque es la “mejor herramienta para combatir la pobreza laboral”. Además, negó que el alza del Salario Mínimo Interprofesional vaya a destruir empleo en sectores como la agricultura o entre las trabajadoras del hogar o los autónomos, como argumentan desde la patronal.

En el caso de los autónomos, la ministra señaló que actualmente hay 105.000 autónomos más de antes de la crisis, mientras que en el sector agrario hay 58.000 trabajadores más, pese a la mecanización del campo. Respecto a las trabajadoras del hogar, aunque Díaz reconoció que el Gobierno es consciente de que es un sector que tiene que ser “cuidado y atendido”, la cifra de empleadas se ha mantenido sin variaciones.

Desde Trabajo aseguran que el aumento del SMI cuenta con “efectos probados y de gran inmediatez” a la hora de combatir la desigualdad, la pobreza laboral, la brecha salarial de hombres y mujeres, la precariedad salarial de los colectivos más vulnerables y que cuentan con menos capacidad de negociación.

Beneficia, de forma especial, las personas con menos ingresos laborales, de manera específica a las mujeres y a las personas jóvenes, las que tienen contratos temporales o trabajan a tiempo parcial, en actividades de bajos salarios y en los territorios con menor nivel de desarrollo socioeconómico.

Hasta el 60%. El objetivo del Gobierno es volver a subir el SMI en 2023 para cumplir con su compromiso de alcanzar al cierre de la legislatura el 60 % del salario medio, que el comité de expertos situó entre los 1.012 y 1.047 euros mensuales. Esos cálculos se realizaron utilizando la encuesta de estructura salarial de 2018, por lo que el Ministerio de Trabajo ya ha anunciado que volverá a convocar al comité de expertos para que actualice sus recomendaciones en base a los últimos datos disponibles.