- Laboral Kutxa cerró 2021 con un beneficio consolidado de 108,8 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 24,4% respecto al ejercicio precedente. Queda sin embargo por debajo de los números previos al covid. La crisis sanitaria se sumó en 2020 al persistente escenario de bajos tipos de interés, un freno para los ingresos de la banca, y el resultado fue una caída del beneficio del 36,5%.

A pesar de que todavía le queda por recuperar terreno, la cooperativa de crédito considera que ha pasado con nota el duro examen de la pandemia. El impacto inicial, el confinamiento y entrar en un ciclo económico desconocido invitaba a pensar en un repunte de variables como los impagos crediticios. No ha sido así. La entidad financiera de la Corporación Mondragon ha conservado sus tradicionales buenos datos en capítulos como la morosidad y la solvencia. De hecho, la actividad crediticia fue el año pasado uno de sus principales motores de crecimiento.

Así lo explicó la cooperativa ayer en una nota de prensa, en la que subrayó que Laboral Kutxa logró el año pasado “vencer un escenario general de astenia del negocio típico bancario”. Entre las causas, explicó que la “menor aportación de ingresos motivada por los tipos de interés negativos se ha visto compensada por una vigorosa actividad en el apartado de la inversión crediticia”. Este capítulo cerró 2021 con un crecimiento neto acumulado del 4,8%.

El detalle de la partida refleja la complejidad del entorno económico. Los préstamo al consumo solo crecieron solo un 0,2% porque las familias siguen apostando por el ahorro. En cambio, las hipotecas concedidas por Laboral Kutxa repuntaron un 13,3%. Del lado de la actividad productiva es muy llamativo el repunte en los créditos a empresas, un 8,4% en relación al ejercicio en el que se pusieron en marcha las líneas de cofinanciación de Elkargi y el Instituto de Crédito Oficial (ICO) para evitar el colapso de miles de compañías tras el impacto del coronavirus.

Entre las claves de los buenos resultados, el banco también incluyó un “impulso” en el asesoramiento a los clientes en inversiones a través de figuras fuera de balance -las que no están indexadas a los tipos de interés-, que crecieron un 14,4%. La entidad financiera también destacó el aumento de los ingresos por la prestación de servicios, que repuntó un 15,5%.

Según afirmó, los principales indicadores reflejan la “solidez” de la cooperativa de crédito. “Laboral Kutxa continúa liderando en solitario el ranking de solvencia dentro de su mercado natural, con un CET1 del 21,81% a cierre de año”, añadió.

Por su parte, la cartera de crédito de la entidad sigue mostrando evidencias de “buena salud”. Una situación que “refrenda” el descenso continuado de morosidad hasta el 2,80% -casi la mitad de la media del sector- y la menor necesidad de dotaciones para hacer frente a insolvencias.

Por ello, la entidad siguió “fiel a su tradicional prudencia en la gestión del riesgo”, lo que posibilitó mejorar, un año más, la calidad de su cartera crediticia. Como consecuencia, se “originó una menor necesidad de dotación a coberturas para deterioros e insolvencias durante el año”. No obstante, Laboral Kutxa reforzó sus provisiones por un importe de 55 millones a lo largo del año, con lo que la provisión registrada para hacer frente a la crisis del covid-19 durante los dos últimos ejercicios alcanza los 120 millones.

24%

Laboral Kutxa ganó el año pasado casi 109 millones de euros, lo que supone un repunte del 24,4% respecto a 2020. Empresas. Durante el ejercicio 2021 de la entidad, destaca la evolución crediticia experimentada por las empresas y cooperativas de mayor tamaño, que han aumentado sus saldos de créditos vivos un 8,43%.

Familias. Las hipotecas concedidas por la cooperativa de crédito vasca crecieron un 13%, pero el consumo continuó plano, con un avance mínimo del 0,2%.