- El consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, defendió ayer en la OCDE el papel del Concierto Económico en el ámbito de la fiscalidad internacional y la implicación de las instituciones vascas en la implementación de las medidas aprobadas en el proyecto BEPS, que persigue combatir las prácticas artificiosas utilizadas para reducir la carga fiscal. Y lo hizo ante el Director de Fiscalidad Internacional de la OCDE, Pascal Saint Amas, cuya labor ha llevado a un gran progreso durante la última década para abordar la evasión y elusión fiscal en el ámbito internacional con la implementación del proyecto BEPS de la OCDE.
“En el contexto actual de globalización económica y de falta de coherencia entre los sistemas fiscales nacionales de los diferentes países, se ha creado un margen de maniobra suficientemente amplio para que los agentes, generalmente multinacionales, lleven a cabo su planificación fiscal agresiva. La razón de las medidas BEPS es reparar el sistema fiscal internacional y así dotarlo de coherencia en sus normas”, destacó el Gobierno vasco.
En el encuentro, también se han abordado los desafíos fiscales derivados de la digitalización de la economía, una preocupación que ha crecido tras la pandemia del covid-19 y que se ha visto reflejado en el acuerdo adoptado en 2021 en el seno de la OCDE, que garantizará que las empresas multinacionales estén sujetas a un tipo impositivo mínimo del 15% a partir de 2023. Las implicaciones de estas medidas en la fiscalidad vasca también han sido objeto de análisis a lo largo de la reunión.
Azpiazu, acompañado por la viceconsejera de Hacienda, Itziar Agirre, presentó las características singulares del sistema fiscal vasco, regulado mediante el Concierto Económico, y aprovechó para trasladar la reiterada reclamación que ha realizado al Estado sobre la participación de las instituciones vascas en los foros internacionales donde se debaten cuestiones fiscales, que afectan al régimen fiscal vasco de forma directa.
Tras esta reunión, Azpiazu mantuvo un encuentro con la Economista Jefe y Directora del Departamento de Economía, Laurence Boone, con quien compartió los indicadores económicos de Euskadi y, sobre todo, profundizó en un planteamiento de gestión pública enfocado “más allá del PIB”, implantado por el Gobierno Vasco en coherencia con su Estrategia de Desarrollo Sostenible y de sus compromisos con los ODS. Durante ese encuentro, el consejero aprovechó para cuestionar, una vez más, la distribución de los fondos europeos que realiza el Estado español. “Han tomado nota. Tener ahí una organización como la OCDE que te pueda trasladar a otras instituciones preocupaciones o planteamientos es muy importante”, subrayó Azpiazu.
En el ámbito económico, la delegación vasca describió las capacidades y fortalezas del tejido productivo, para constatar que las previsiones económicas manejadas por el Gobierno Vasco muestran que Euskadi crecerá en 2022 más de dos puntos por encima de la zona euro (6,7% respecto a 4,2%).
El consejero aprovechó el encuentro para detenerse en la importancia que tiene una buena gestión de los fondos europeos procedentes del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia -MRR-, entendiéndolo como un instrumento “excepcional de recuperación si se hace buen uso de ellos”. Para ello, presentó el programa Euskadi Next, que recoge las propuestas vascas que responden a la triple transición por la que apuesta Europa y el Gobierno Vasco: tecnológico-digital, energético-climática y social y sanitaria.
Así, se destacó el carácter estratégico y transformador de este programa y se incidió de manera decidida en el necesario carácter transformador del uso de los fondos europeos, de forma que se asienten las bases de prosperidad para las generaciones futuras de Euskadi.