Miles de personas participaron ayer en las manifestaciones convocadas en la Comunidad Autónoma del País Vasco y Navarra por los movimientos de pensionistas contra una reforma del Gobierno de PSOE y Podemos que consideran insuficiente para garantizar unas pensiones públicas “dignas”. Cuatro años después de sus primeras movilizaciones, el Movimiento De Pensionistas de Bizkaia y el Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria (MPEH) convocaron marchas ayer a mediodía en las tres capitales de Euskadi y en Iruñea con las que este colectivo quiso dejar claro que sus protestas “aún siguen siendo necesarias”.
La manifestación en Bilbao se desarrolló por la Gran Vía y finalizó ante el Ayuntamiento, donde el colectivo comenzó a concentrarse de manera espontánea el 15 de enero de 2018 y lo sigue haciendo cada lunes, como recordó la portavoz del colectivo en Bizkaia, Andrea Uña.
“Aquel embrión” de quienes se daban cita en las escaleras del edificio consistorial “por el 0,25 de la entonces ministra Fátima Báñez del Gobierno del PP”, se ha convertido en “el movimiento plural, transversal y consolidado” que ayer salió a la calle para volver a “reclamar la revalorización de pensiones al IPC real” y que las mínimas sean de 1.080 euros.
A lo largo de la marcha, se escucharon lemas tradicionales de este movimiento como Gobierne quien gobierne, las pensiones se defiendentras una pancarta que recordaba los cuatro años de su lucha y otra contra La ley Escrivá que recorta las pensiones.
En el comunicado leído al termino de las movilizaciones, reprocharon que no se han cumplido “las promesas” de los partidos en el Gobierno y que la reforma de pensiones recientemente aprobada “no deroga los recortes” de las leyes del PP. “La mayor parte de nuestras reivindicaciones han sido excluidas de la reforma” y, por ello, “las pensiones mínimas seguirán siendo miserables” y están “muy lejos de los 1.080 euros” que el movimiento de pensionistas reivindica desde su creación.
En Iruñea, el portavoz del MPEH, Benito Uterga, afirmó que “están metiendo la mano a las condiciones de vida de los y las pensionistas presentes y futuros” cuando entre 2021 y 2022 “las pensiones van a perder un 8% de poder adquisitivo”.
“No se entiende que un Gobierno que se llama de izquierdas haga políticas de derechas”, dijo, y añadió que incluso sus políticas “están siendo más agresivas” que las del PP porque el coste que van a tener para los pensionistas “está siendo mucho mayor”.
Un mensaje que se repitió de nuevo al término de la manifestación en la Plaza del Castillo, donde se dio lectura a un comunicado en el que el MPEH pide esa pensión mínima de 1.080 euros, aplicar a las pensiones el incremento del IPC real y un salario mínimo de 1.200 euros. Antes los manifestantes recorrieron las principales calles del centro de la capital navarra mientras coreaban consignas como Derogación de la reforma de la pensión, No falta dinero, sobran ladrones y Terrorismo es no llegar a fin de mes.