- La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, confió en cerrar antes de fin de año un acuerdo tripartito para la reforma laboral, si bien añadió que el apoyo de la CEOE no condiciona la llegada de fondos europeos. “Estoy determinada a lograr ese acuerdo, no porque lo exija nadie, sino porque de esa forma contará con apoyo social”, dijo Calviño durante una entrevista en RNE, en la que dejó claro que “es preferible” que tanto patronal como sindicatos se sumen al pacto.
“Soy realista, los agentes sociales saben que nos jugamos mucho”, señaló la vicepresidenta, quien ha asegurado que la negociación, que se ha intensificado desde la semana pasada, se irá “afinando” y llegará a “un equilibrio de aquí a fin de año” para cerrar un paquete de medidas que incentive la recuperación.
Precisamente ayer volvieron a reunirse los representantes de las patronales CEOE y Cepyme y de los sindicatos CCOO y UGT con miembros del Ministerio de Trabajo para avanzar en la negociación de una reforma con la que el Gobierno quiere atajar la temporalidad.
En cuanto a si deberían vincularse los salarios a la inflación, Calviño señaló que el alza del IPC es transitoria, que los sindicatos “son conscientes” de la situación y que la preocupación debe estar en que no se convierta en algo permanente que “dañe la competitividad”.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) , Lorenzo Amor, A este respecto, manifestó en unas jornadas sobre pensiones que “si el no de la patronal no es un impedimento para que vengan los fondos europeos, bienvenido sea, podemos dormir en CEOE mucho más tranquilos; porque en estos momentos estamos más cercanos a un no sobre lo que nos están proponiendo que a un sí”.
Del lado sindical, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, señaló que hay “un 50%” de posibilidades de cerrarla con acuerdo de todas las partes y reconoció que las principales dificultades pasan por el tema de la contratación, que se abordó precisamente en la reunión de ayer. Álvarez, que participó en unas jornadas sobre relaciones laborales, también pidió “no dar por hecho” el acuerdo de los sindicatos con el Gobierno. Para CCOO, insistió Unai Sordo, también presente en el acto, la condición para llegar a un acuerdo es que se recuperen los “equilibrios rotos” en la negociación colectiva en reformas anteriores.
También subrayó la importancia de “poner trabas al despido” en el marco de las medidas que se quieren poner en marcha para atajar la elevada temporalidad y reducir la precariedad laboral mientras se apuesta por la flexibilidad interna. Que ante las crisis, subrayó, el despido sea el “último recurso” y la adaptación de jornada “el más usado”.
Los contratos de formación han centrado las negociaciones de la mesa de diálogo social de la reforma laboral, en la reunión de ayer, en el penúltimo encuentro de noviembre, y con un mes por delante para alcanzar el acuerdo, ya que la nueva ley debe estar publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) antes de fin de año.
Gobierno, patronal y sindicatos discutieron sobre extender el contrato de formación hasta los 30 años. La legislación actual contempla que este tipo de contratos puede celebrarse con trabajadores mayores de 16 años y menores de 25 años, que no tengan una cualificación profesional reconocida por el sistema de formación profesional para el empleo o del sistema educativo requerida para concertar un contrato en prácticas.