- Las industrias de gran consumo eléctrico viven un momento complicado. La situación aún no es de pánico pero el temor a que los sobrecostes energéticos se conviertan en un problema real para la viabilidad de ciertas plantas es cada vez mayor. Confiadas en que este huracán de altos precios pasará, las principales firmas industriales se miran de reojo atentas a los movimientos de la competencia. En ese sentido, pese al ruido mediático que han generado los anuncios de Sidenor y Arcelor, en Euskadi puede decirse que en el sector manda todavía la normalidad aunque la situación podría torcerse en las próximas semanas si no se suaviza la factura.
Los casos de Sidenor y Arcelor, eso sí, son dos pinceladas dentro de un cuadro mayor. Y es que la industria de todo el Estado está en alerta por los costes eléctricos, y son al menos media docena las empresas que han anunciado parones en la producción para lograr un cierto ahorro, como es el caso de Ferroatlántica, en Santander; Forgings & Castings, en Reinosa, o Asturiana de Zinc.
Por ahora son paradas puntuales que se solventan sin afección en el empleo ni en los salarios, aunque sí hay casos en los que se están ajustando horarios y calendarios para no solapar la producción con los picos de mayor tarifa. La veda la abrió Sidenor a comienzos de esta semana al anunciar a los sindicatos de la factoría de Basauri 20 días de parada de la acería de aquí a final de año (los tres primeros son martes, miércoles y jueves que viene) para minimizar el impacto de los “desorbitados” precios de la luz.
Las grandes industrias electrointensivas llevan años advirtiendo del riesgo que tienen los abultados costes eléctricos y en esta ocasión los precios han superado un listón inasumible para Sidenor. Hasta qué punto el anuncio de parar estas 20 jornadas es un intento de meter presión al Gobierno español para que resuelva definitivamente el asunto es algo que tratan de calibrar estos días los sindicatos de la factoría de Basauri, que vivía hasta la llegada de la tormenta eléctrica un momento dulce.
Tal es así que se había comunicado la apertura a final de año de un quinto relevo en la acería con una treintena de incorporaciones que ya están en periodo de formación. Por ahora la dirección no ha comunicado su intención de dejar en suspenso este quinto turno pensado para absorber el aumento de carga de trabajo.
Las paradas por la luz afectan solo a los 200 trabajadores de la acería (Sidenor tiene en Basauri más de 800 operarios), que en principio no sufrirán recortes en sus condiciones. Se espera que la acería pueda organizar esos 20 días de paro dentro de los márgenes de flexibilidad que deja el convenio (que toca renovar el año que viene) y por tanto evitar la aplicación de un ERTE.
Por su parte, ArcelorMittal ha anunciado paradas breves y puntuales en Olaberria, en Gipuzkoa, asociadas a la decisión de la multinacional de reducir la exposición a los altos costes eléctricos de su división de productos largos en Europa. La medida no afecta al empleo, pero de nuevo enciende todas las alarmas de cara a las próximas semanas si los precios de la luz no bajan.
Así, Arcelor sigue a diario la evolución de los precios y podría tomar más decisiones similares en cualquier momento. Y ahí la ACB de Sestao está en la diana al ser una acería eléctrica, si bien de momento la factoría vizcaína mantiene intactos sus planes de producción.
En cuanto a otras plantas vascas de gran consumo eléctrico, Nervacero mantiene el ritmo habitual aunque, eso sí, cuenta con el colchón de poder activar el ERTE pactado como salida temporal en caso de que los precios no den una tregua.
Desde Tubos Reunidos, con fábricas en Trapagaran y Amurrio, se indica también que por ahora no hay sobre la mesa medidas enfocadas a reducir producción por los costes de la energía.
Calma tensa por tanto entre los grandes productores vascos a la espera de que las medidas de los gobiernos español y vasco (Lakua anunció el viernes una batería con 20 medidas y propuestas para atajar la crisis) surtan efecto y den un respiro.
Los sindicatos miran también la escena con preocupación, sobre todo por las consecuencias en la contratación a medio plazo. “Las empresas van a tener que parar mucho o poco, lo que es una pena porque había producción y había demanda”, señalaba esta semana UGT.
“Los costes de producción se han triplicado por la electricidad y el escenario es dramático para las empresas. Europa debe tomar medidas estructurales”, reclama USO, con peso en la industria a nivel estatal. “Estamos muy preocupados por el escenario actual, pero sobre todo por las consecuencias en el empleo a futuro”, señala este sindicato.