- Las ayudas para la transformación de la cadena de valor del automóvil previstas en el Perte del vehículo eléctrico se repartirá, a partes iguales en subvenciones y préstamos a devolver y los proyectos deberán conllevar una inversión mínima de 40 millones de euros, según el secretario general de Industria, Raül Blanco.
El consejo de ministros aprobó el martes pasado el proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica (Perte) del vehículo eléctrico y conectado (VEC) que inyectará en el sector 4.295 millones de euros públicos hasta 2023, en su mayoría procedentes del fondo europeo Next Generation, y que se prevé que movilizará inversiones privadas de más de 19.700 millones.
Son en total casi 25.000 millones de euros, todo un arsenal para adaptar al sector a las nuevas exigencias que marcan los consumidores y, sobre todo, la Comisión Europea. Bruselas ha anunciado esta semana que se prohibirá la venta de coches de combustión en 2035, lo que obliga a una reconversión total al sector. ¿Con qué fondos contarán las empresas para ese reto?
Los recursos propios y la financiación serán la parte del león (el 78%), pero la letra pequeña de la aportación de la UE, canalizada a través del Gobierno español, implica que las compañías también tendrán que devolver parte del dinero que reciban.
Del total de dinero público, 2.975 millones irán a la actuación integral para el desarrollo y fabricación del VEC en España, y de esa cantidad, unos 1.500 millones serán subvenciones y otros 1.500 millones préstamos, dijo Blanco durante su participación en el Executive Forum en Madrid, donde aseguró en cualquier caso que suscribir una convocatoria de tal magnitud “da un poco de pasmo”.
Recordó así que para poder optar a estas ayudas los proyectos deberán ser presentados por agrupaciones empresariales integradas por, al menos, cinco compañías tractoras, y que la inversión tenga impacto en un mínimo de dos comunidades autónomas.
Además, deberán incluir una planta de baterías, plataformas para la producción de vehículos eléctricos y la fabricación de componentes, así como integrar un 40% de pymes y contar con una inversión mínima de 40 millones de euros.
Como complemento, se valorarán acciones relacionadas con conectividad, formación o economía circular, añadió Blanco, que apuntó que el objetivo es aprovechar los fondos europeos para hacer en dos o tres años lo que se habría tardado diez. Toda una revolución, que recaerá sobre todo sobre las espaldas del sector a tenor del esquema de financiación que se está planteando.
En materia de baterías, uno de los grandes retos de España y de Europa para evitar la dependencia de los países asiáticos, afirmó que muchas empresas están mostrando interés por situarse en España y aseguró que están “convencidísimos” de que pronto habrá buenas noticias al respecto, máxime tras la aprobación del Perte.
Por otra parte, Blanco subrayó que el Gobierno quiere avanzar “de forma decisiva” en la firma de un Pacto de Estado por la Industria y que lo hará partiendo del consenso al que han llegado con agentes sociales y organizaciones empresariales “en torno a un texto”.
Dicho texto se someterá al máximo consenso parlamentario, según Blanco, que ha asegurado que ya ha habido debate con los principales grupos.
El objetivo, tener líneas “claras” y estables en el ámbito de política industrial, así como instrumentos sólidos de futuro y cambios en la Ley de Industria para contar con un marco normativo estable de cara a la próxima década, explicó el número dos de industria. /