“Nuestra pretensión a la hora de solicitar la reunión era encontrar un punto de encuentro con el objetivo de normalizar las relaciones entre la dirección y la plantilla, pero su respuesta ha sido que presenta recurso y dispensa de ir a trabajar al personal readmitido. Además, nos han traslado intenciones de posibles inversiones, recuperación de despedidos y negociación de un próximo ERTE, pero sin fijar nada concreto. Consideramos una ocasión perdida, que será valorada por los sindicatos y la plantilla en los próximos días”, han explicado hoy a través de un comunicado desde el comité de empresa tras conocer la decisión de Tubacex de no readmitir a los trabajadores despedidos, aunque sí les abonará su salario mientras esperan, en su casa, a que se pronuncie el Tribunal Supremo.
Las plantillas de Tubacex, de las filiales TTI y Aceralava de Llodio y Amurrio (en huelga indefinida desde hace 154 días exigiendo que la empresa readmita a los 129 afectados por los ERE en dichas plantas alavesas, 95 despidos, 12 prejubilaciones y 22 bajas incentivadas) recibieron ayer como un jarro de agua fría esta decisión de la empresa, después de que el ERE fuera declarado nulo por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, tras las vistas celebradas los pasados 21 y 22 de junio.
El comité ahora se enfrenta a la dura decisión de seguir o no adelante con la huelga, dado lo que ello implica. Y es que Tubacex ya ha advertido del “riesgo” de continuidad de las plantas alavesas, en las que aún se mantienen 600 puestos de trabajo.
Lo que sí tienen claro es el mantenimiento de la convocatoria de una nueva manifestación, que partirá a las 18.30 horas de hoy de la portería de la fábrica en Llodio, con fin previsto en la Herriko Plaza, “para agradecer a la ciudadanía todo el apoyo recibido en estos cinco largos meses de huelga, desde todos los ámbitos”, explicó el presidente del comité de empresa de Tubacex y miembro de ELA, Eduardo Ibernia.