- Las aguas revueltas en las que se mueve el Igualatorio Médico Quirúrgico no dan tregua y mantienen el barco fuera las rutas que marcan las cartas de navegación. La Sociedad de Médicos de IMQ anunció ayer el desembolso de 1,5 millones de euros destinados a la aportación anual de la compañía al fondo de pensiones, en el que participan la mitad de los accionistas y 141 empleados. El caso es que esa cantidad está por debajo del porcentaje que reclama el Montepío, el 1% de las primas netas de seguros.

De modo que el gestor de la EPSV considera que faltan casi 966.000 euros y el ingreso no rebaja las tensiones internas. Ocurre además que el consejo libera esos fondos, retenidos hasta ahora a la espera de un acuerdo, después de una reunión controvertida en la que no participó el presidente del Montepío si no un miembro del consejo de administración. Lo cierto es que el esquema empresarial del IMQ es todo un laberinto de compañías que en estos momentos están controladas por la actual dirección.

Simplificando, la Sociedad de Médicos -los accionistas- controla un 55% de la aseguradora y Adeslas el 45% restante. IMQ Seguros es la principal fuente de ingresos, la estructura más potente, y aunque la sociedad dominante, el Grupo IMQ, es propiedad exclusiva de los médicos, los accionistas dieron permiso en octubre del año pasado al consejo para alcanzar un acuerdo con un socio -SegurCaixa Adeslas es la única opción abierta- y liberalizar la venta de acciones.

La dirección negocia en estos momentos esa operación, pero un grupo de accionistas que concentra al menos el 42% del capital se opone al proceso. El Montepío se ha convertido en un frente de batalla en la guerra por el control de la compañía. Llevan meses reclamando que se abonen las aportaciones al fondo de pensiones -en concreto 2,46 millones- y son la punta de lanza de la oposición al actual consejo, perfilado precisamente en la última junta tras prescindir de todos los vocales contrarios a la operación.