- La Comisión Europea ha rebajado sus previsiones de crecimiento económico para 2021, tanto en la zona del euro, hasta el 3,8% de incremento del Producto Interior Bruto (PIB), como en la Unión Europea, hasta el 3,7%, aunque en la parte positiva ha señalado que espera que el Estado español crezca el 5,6%, algo más de lo inicialmente contemplado, y que 2022 sea un buen año.

Estas previsiones no contemplan el efecto de los fondos europeos para apoyar la recuperación tras el covid, los Next Generation, que en el caso del Estado español sumarían hasta 140.000 millones de euros en el periodo 2021-2026, de los que Euskadi aspira a recibir unos 5.702 millones de euros gracias a las 188 iniciativas susceptibles de ser subvencionadas que ha presentado.

Eso sí, Bruselas ha sido clara, no habrá fondos europeos si no se hacen las reformas precisas, ajustes que en el caso del Estado español tienen nombre propio: mercado laboral, en busca de más estabilidad en el empleo; pensiones, de cara a eliminar el déficit del sistema de la Seguridad Social y asegurar su sostenibilidad futura; y reforma en el área de la formación y la educación, para adaptarse a las nuevas exigencias.

El Ejecutivo comunitario prevé que la economía europea vuelva a reducirse en el primer trimestre de este año, con lo que entraría en recesión, puesto que ya descendió en el cuarto trimestre de 2020. Estas previsiones más negativas a corto plazo incidieron en la bolsa española, cuyo índice principal, el Ibex 35, descendió el 0,34% tras la citada revisión a la baja de las previsiones de crecimiento económico para este año en el conjunto de la Unión Europea.

En el caso concreto del Estado español, la Comisión Europea revisó al alza sus proyecciones de crecimiento del PIB hasta el 5,6% en 2021 y el 5,3% en 2022, con la perspectiva de que la economía repunte fuertemente en el segundo semestre de este año conforme se retiran las restricciones y avance la vacunación contra la covid 19.

Bruselas considera que las medidas de apoyo al empleo y a las empresas que se mantendrán en vigor hasta mediados de 2021, -ERTE, créditos ICO etc-, seguirán mitigando la pérdida de empleos y capacidad productiva, pero advierte de que, a medida que se vayan retirando, podrían aumentar las insolvencias empresariales y, con ello, la tasa de paro.

Las previsiones macroeconómicas de invierno del Ejecutivo comunitario europeo para España son más optimistas que las del pasado noviembre, cuando anticipaban una caída de la economía española del 12,4% en 2020 -finalmente ha sido del 11 %-, así como un repunte del 5,4% este año y del 4,8% el próximo.

Tras contabilizar la mayor caída de la UE el pasado año, en este 2021 España será la economía que más crecerá, por encima del 3,7% de media en los Veintisiete y del 3,8% en la eurozona, y de las grandes economías del euro: Francia (5,5%), Italia (3,4%), Alemania (3,2%) y Holanda (1,8 %).

En la mejora de las proyecciones, explicó el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, influye que en otoño no se tuvo en cuenta el PIB del tercer trimestre (que subió el 16,4% en España) y que el último trimestre del año había sido “muy bueno” para el país, con un alza del 0,4%.

Con todo, la estimación de Bruselas, que no incorpora el impacto de los fondos europeos, ha dado pie al Gobierno español por boca de la ministra Nadia Calviño, a mostrarse esperanzado en relación a la evolución económica, en buena parte gracias a los fondos europeos que se esperan si se presenta una propuesta acertada a la CE.

El objetivo, según Calviño, es presentar un plan “coherente” en el primer trimestre a Bruselas, para que las instituciones europeas lo aprueben en junio, de forma que en la segunda parte del año empiecen a canalizarse los recursos, si bien ha recordado que parte se ejecutan desde el pasado 1 de enero por el adelanto de 27.000 millones de euros recogido en los Presupuestos Generales del Estado.

El volumen “ingente” de recursos de 140.000 millones de euros que puede recibir España en fondos europeos hasta 2026 se destinará a impulsar la transformación digital y verde, apostar por la ciencia, modernizar la educación y la Formación Profesional, modernizar la Administración y para la regulación laboral, el sistema fiscal y mejora del clima de negocios.

Eso sí, Bruselas, en palabras del vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Shinas, ha avisado acerca de los fondos europeos, de que “no habrá inversiones sin reformas” y que no se financiarán “intenciones” pero sí “rendimientos y resultados”. “No se van a firmar 27 cheques en blanco. La Comisión Europea vigilará que el dinero se gaste de manera eficaz”, a la vez que pidió consenso entre las dos grandes fuerzas políticas españolas para “compartir la responsabilidad de hacer de esto un éxito para las nuevas generaciones”.

Reunión hoy. El Consejo Vasco de Finanzas (CVF) ratificará hoy que la caída de la recaudación fiscal de las tres diputaciones forales de la CAV en 2020 por efecto de la pandemia fue más suave de la que temió el Gobierno vasco en un principio. Este órgano, integrado por el Ejecutivo, las tres diputaciones y Eudel, mantendrá hoy su habitual reunión de febrero para cerrar oficialmente las cifras de recaudación del pasado año. Según los datos aportados a finales del mes pasado por las diputaciones, la recaudación fiscal se quedó en 13.949 millones de euros, lo que supone una caída del 9,8 % respecto al año anterior, menos de lo temido.