- El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, considera optimistas las previsiones de los Presupuestos Generales de 2021 y cree que el PIB crecerá menos de lo estimado, al tiempo que ve inadecuadas al momento actual las subidas de impuestos, del salario de los funcionarios y de las pensiones.
El gobernador, el primero en abrir las comparecencias de altos cargos ministeriales y de organismos públicos en la Comisión de Presupuestos del Congreso, incidió ayer en que ante incertidumbre económica y la evolución de la pandemia y con unas finanzas públicas “muy dañadas” por las medidas anticovid no es el momento de subir determinados impuestos que podrían repercutir negativamente en el crecimiento de las empresas.
En el mismo sentido, añadió que también deberían haber sido más prudentes las subidas del 0,9 % del salario de los empleados públicos y de las pensiones, ya que el IPC en 2020 -según la previsión del Banco de España- podría cerrar en el -0,3%.
“Si me preguntan si este es el momento adecuado de recuperar el poder adquisitivo, creo que no”, dijo en referencia a la pérdida que han tenido tanto los funcionarios como los pensionistas por la anterior crisis económica y por la implantación del índice de revalorización del 0,25% de la pensión.
El gobernador considera que los aumentos deberían haber sido “más focalizados”, por ejemplo para el personal sanitario y sobre las pensiones alertó de que volver a indexarlas al IPC como recomienda el Pacto de Toledo supondrá un gasto de unos 30.000 millones de euros en 2050. Y avanzó que los rebrotes de la pandemia y la expectativa de una peor evolución harán que la economía crezca menos de lo esperado en 2020 y 2021.
Hernández de Cos sitúa las previsiones económicas en el escenario menos favorable que había estimado en septiembre y que situaba la caída del PIB en el 12,6% este año. También considera que la tasa de paro aumentará muy significativamente tanto en 2020 como en 2021 y que -según su estimación más negativa- se situará por encima del 20%.
El gobernador cree que el cuadro macroeconómico que acompaña el Presupuesto para 2021 se desvía a la baja en torno al PIB, ya que lo sitúa en un crecimiento del 7,2% y al alza en cuanto al déficit y al paro, que estima en el 7,7% del PIB y en una tasa del 16,9%, respectivamente.
“Existe un riesgo significativo de que el déficit público supere el año próximo su nivel de referencia del 7,7% del PIB”, avisó, toda vez que el escenario más desfavorable del Banco de España lo sitúa en el 8% del PIB. Además advirtió de que será necesaria una década de ajustes para corregir el déficit estructural -que no tiene en cuenta el ciclo económico- que tendrá España al final de la pandemia.
Sobre la ratio de deuda pública señaló que repuntaría en torno al 128,7% del PIB en 2021, aunque no descartó que pueda rozar el 130% durante quince años si no se adoptan medidas.
El gobernador cree que hubiera sido “preferible” retrasar la subida de algunos impuestos (IRPF para rentas altas o diésel) hasta que la recuperación económica fuera más robusta.
Y sobre las tasas digital y financiera cree que hubiera sido más adecuado implantarlas en consonancia con el entorno europeo.
Sin contar fondos europeos. Pablo Hernández de Cos ve posibles desviaciones al alza en las partidas vinculadas a la sanidad o a los ERTE, al igual que las destinadas a prestaciones por desempleo. No obstante, el gobernador remarca que en sus últimas previsiones no se había tenido en cuenta el impacto de los fondos europeos de reconstrucción y mantiene cierto optimismo de que puedan amortiguar las desviaciones, aunque incide en que el impacto que asume el proyecto de Presupuestos “parece optimista a la luz de la evidencia histórica y empírica”. Y es que la capacidad de absorción de la economía española para movilizar fondos vinculados a programas europeos nunca ha alcanzado una tasa del 80%. En este sentido aboga por que los proyectos sean de calidad para su plena ejecución y por generar confianza en cuanto al cumplimiento de una consolidación fiscal a medio plazo.