- El pasado miércoles concluyó sin acuerdo el periodo de negociación del Expediente de Regulación Temporal de Empleo planteado por la dirección de Tubos Reunidos y que, en principio, afectaba a 686 trabajadores de la planta de Amurrio por un periodo de ocho meses desde este domingo, según explicó LAB en un comunicado. El ERTE es el octavo desde 2009, medida que se ha ido sucediendo con continuidad desde finales de 2018. Precisamente, el jueves se celebró de forma telemática la junta anual de la compañía, en la que sus directivos advirtieron de que este último trimestre y la primera mitad de 2021 se plantean como meses "muy, muy difíciles", aunque aseguraron que no entra en los planes de la compañía recurrir a un ajuste de plantilla.

Tubos Reunidos ha acabado los primeros nueve meses del año con un descenso en su facturación del 10% y unas pérdidas de 59,3 millones de euros, más del doble de las registradas en el mismo periodo de 2019. "Cuando nos llevan diciendo cuatro años que no tienen posibilidades de negociar nada que aumente los costes, nos presentan una propuesta de acuerdo para este último ERTE que asciende a más de 3 millones de euros y sin ningún tipo de garantía de empleo -critica LAB en su nota de prensa-. A esta propuesta le vemos una clara intencionalidad de comprarnos la firma del acuerdo para avalar las razones y las posibles reestructuraciones de las que habla la documentación presentada".

Por otra parte, ayer compareció en rueda de prensa el comité de Alestis, que rechazó el "traumático" ERE acordado a nivel estatal por CCOO y UGT, que contempla 56 despidos y 21 salidas voluntarias y prejubilaciones en la planta de Vitoria, que perderá así 77 trabajadores para quedarse con una plantilla de un centenar de personas.

Alestis, propiedad en un 76% del grupo Aciturri tras la salida en 2019 de Airbus de su accionariado, cuenta con más de 1.300 empleados en sus cinco plantas en Andalucía, en una de Vitoria y en otra en Getafe. De ellos, 276 se han acogido recientemente a excedencias y prejubilaciones voluntarias. En un principio la aeronáutica planteaba un ERE con 585 despidos ante la reducción de la carga de trabajo, de los cuales 87 correspondían a Vitoria. Finalmente CCOO y UGT redujeron esa cifra a 150 en el conjunto de España, de los cuales 56 serán en Vitoria.

El comité de Vitoria ha criticado un acuerdo que "destruye la mitad de los puestos" en la planta de Miñano y acusó a Alestis de haber "chantajeado a la plantilla animando a optar por las bajas incentivadas y las prejubilaciones con unas condiciones irrisorias" ante la alternativa de "peores condiciones mediante salidas forzosas". Censuró además que este proceder de Alestis ha contado con la "complicidad" de CCOO y UGT, negando que existan "causas estructurales" que justifiquen en ERE porque el problema es "la falta de carga de trabajo en este momento puntual". Los sindicatos de la planta de Gasteiz explicaron que seguirán "luchando tanto judicialmente como donde haga falta ante semejante barbaridad".