- El Juzgado de lo Social número 2 de San Sebastián ha condenado a la empresa CAF a indemnizar con 133.665 euros a la familia de un trabajador que murió tras un doble trasplante pulmonar y cuyos órganos enfermos congelados permitieron demostrar el origen laboral de la asbestosis que padecía tras haber trabajado con amianto.

De esta resolución informó la Asociación de Víctimas del Amianto de Euskadi (Asviamie) en un comunicado, en el que explicó que el operario fallecido trabajó como calderero de 1973 a 1999 en las plantas de Irun y Beasain de la compañía guipuzcoana Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles, donde estuvo “expuesto” al amianto.

En septiembre de 2017 y gracias al análisis de los pulmones congelados del trabajador, la familia obtuvo un nuevo informe médico del Hospital de Valdecilla en el que se indicaba la existencia de “fibrosis de la pared bronquial” extendida y “fusionando bronquiolos adyacentes”, así como el hallazgo de “cuerpos ferruginosos (de asbesto) en una cantidad que supera los dos por cm2 de área examinada”. Un año después, el TSJPV declaró que su muerte era derivada de “enfermedad profesional”.