- La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) estima que en 2050 el gasto en pensiones podría situarse en un 14,2% del PIB, lo que supone un incremento de 3,3 puntos desde el nivel actual y un punto más que en sus previsiones de hace un año. Según las proyecciones presentadas ayer, este incremento del gasto refleja el envejecimiento en España que en 2050 tendría 54 millones de habitantes, con una población en edad de trabajar por encima de los 30 millones, lo que duplicaría la tasa de dependencia (población de más de 66 años dividida entre la de 16 a 66 años) del 26% actual al 53% en 2050. O lo que es lo mismo, en 2050 habría dos trabajadores cotizantes por cada pensionista.
Según subrayó la presidenta de la AIReF, Cristina Herrero, se trata de proyecciones en un escenario central que podrían alterarse si se materializan algunos riesgos como unos menores flujos de migración neta, el estancamiento del mercado de trabajo o que la crisis de la covid-19 tenga efectos estructurales o que no entrara en vigor el factor de sostenibilidad. En el escenario central, destacó Herrero, se ha optado por asumir que la crisis de la covid-19 no tendrá efectos estructurales" aunque, apuntó, la "elevada" incertidumbre "hace aconsejable" empezar a analizar otras opciones que garanticen la sostenibilidad del sistema. "Si la crisis sanitaria fuese más adversa de la previsto, deberían tenerse analizadas otras opciones", insistió Herrero, que señaló entre esas opciones, tener en cuenta la esperanza de vida en el cálculo de la pensión de entrada, vincular las revisiones no solo al IPC sino en combinación con otras variables, revisar la forma en la que computan los periodos de cotización o explorar otras herramientas como las cuentas nocionales o los sistemas complementarios.
En su presentación, la AIReF volvió a insistir además en la necesidad de profundizar en la reforma de pensiones de 2011 retrasando la edad efectiva de jubilación, no la edad legal, y ampliando el período de la carrera de cotización. Así, detallan que retrasar la edad efectiva de jubilación dos años y ampliar el periodo de cómputo para el cálculo de la pensión de 25 a 35 años podría contener el gasto en pensiones en 1,4 puntos del PIB. También recoge que la entrada en vigor a partir de 2023 del factor de sostenibilidad implicará una contención del gasto de 0,9 puntos de PIB en 2050, un impacto mayor que el estimado hace dos años debido por esas nuevas previsiones demográficas con una mayor esperanza de vida a los 67 años.
Junto a esto insisten en la necesidad de cerrar el déficit estructural de la Seguridad Social y plantean trasladar la cotización por desempleo, asumiendo el Estado la pérdida del SEPE, así como que el Estado financie gastos no contributivos.
La AIReF ha enmarcado sus previsiones de gasto en pensiones calculando que el PIB real de la economía española crece una media del 1,4% anual entre 2020 y 2050, ya que tras un retroceso del 11,2% este año y un repunte del 5,5% en 2021, la brecha de producción se cerrará en 2025, un año en que el PIB real convergerá con el PIB potencial.