- La incertidumbre sobre la evolución de la pandemia y su impacto en la economía, así como el debilitamiento del dólar y las renovadas tensiones entre Estados Unidos y China, con las presidenciales estadounidenses de fondo, impulsaron ayer al alza la cotización del oro hasta un nuevo máximo histórico por encima de la barrera de los 2.000 dólares por onza, ampliando al 35% la revalorización del metal precioso en lo que va de año.
Después de haber superado por primera vez la cota de los 2.000 dólares el martes, en la sesión de ayer la onza de oro estiraba sus máximos históricos hasta alcanzar un precio récord de 2.055,79 dólares, aunque posteriormente moderaba su escalada hasta los 2.047 dólares por onza.
La escalada del precio del oro coincide con la publicación en los últimos días de las primeras estimaciones del impacto de la gran reclusión provocada por la pandemia de covid-19 en las economías occidentales durante el segundo trimestre del año, con desplomes históricos del PIB del 12,1% en la eurozona y del 9,5% en Estados Unidos, mientras que China iniciaba el despegue con una expansión del 11,5%.
De este modo y a pesar del elevado endeudamiento de las economías, la posibilidad de nuevos rebrotes del virus mantiene abierta la posibilidad de que los gobiernos y bancos centrales se vean forzados a introducir nuevas medidas de estímulo, con el consiguiente impacto en las cotización de las monedas.
“Los inversores continúan evaluando las perspectivas de mayor estímulo económico para combatir las consecuencias de la pandemia, a medida que caen los rendimientos reales de EEUU”, apuntan los analistas de Monex Europe, para quienes el atractivo del oro como reserva de valor se fortalece, “ya que los mercados se enfrentan a la perspectiva de una prolongada recuperación global y a la degradación de las monedas fiduciarias tras la notable expansión monetaria y fiscal”. En medio del nuevo impulso a las tensiones entre Washington y Pekín, los analistas estima que el repunte del oro “no es ninguna sorpresa”.