- Las restricciones de circulación de personas y de todo tipo generadas por las medidas de lucha contra la progresión del coronavirus más la propia enfermedad va a afectar de manera notable a la industria vasca a corto plazo. De hecho el sector industrial de Euskadi prevé una afección "global" a corto y largo plazo "imposible aún de cuantificar", aunque precisa que la producción todavía se mantiene como consecuencia de la crisis del coronavirus que, según fuentes del Gobierno Vasco, marcará "un antes y un después en la transformación digital de Euskadi".

A la vista de esta perspectiva, un representante de los empresarios vascos, Iñaki Garcinuño, presidente de Cebek, considera que Euskadi acabará necesitando un plan de estímulo para la economía por los efectos de la situación creada por el coronavirus y, en su opinión posiblemente este sea el momento si fuese menester en incurrir en déficit público para poder disponer de los fondos económicos que se precisen para afrontar esta adversa coyuntura.

La consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras del Gobierno Vasco, Arantxa Tapia, contactó por vía telemática con los distintos clústeres industriales del País Vasco para conocer de primera como ven la situación. Según fuentes del Ejecutivo, los diferentes sectores industriales están preocupados, pero "con capacidad para revertir el impacto" si se adoptan las medidas adecuadas.

El departamento de Desarrollo Económico transmitió a través de un comunicado que la actividad comercial de las empresas industriales vascas está "muy dañada" por la ausencia de pedidos y por una producción contenida.

Asimismo, al igual que en el resto de sectores y como consecuencia de las medidas de prevención, las empresas se están viendo afectadas de manera significativa en su gestión de recursos humanos. La actividad empresarial que no es estrictamente de producción en fábrica se ejecuta de manera telemática, mientras que las firmas están destacando la "enorme y evidente" dificultad de implantar el teletrabajo en las plantas productivas, en las que están tomando otra serie de medidas, como la combinación de turnos. A pesar de todo, a fecha de hoy, la producción industrial se desarrolla con "relativa normalidad", en un contexto de "exigentes y rigurosas" medidas de seguridad y no está sufriendo "grandes trastornos", bien porque no han sido afectadas de manera directa, bien porque las empresas ha sabido buscar alternativas.

Un aspecto que preocupaba a priori era la ruptura de las cadenas logísticas, básicamente, por una hipotética reducción de suministros procedentes de China, y últimamente de Italia, y, según los clusters, aunque no de manera todavía generalizada, existe "alguna señal" que apunta al posible inicio de falta de suministro de materias primas y de algún producto determinado. En este sentido, las afecciones a la producción están previstas en un plazo de dos o tres semanas.

Los clústeres advierten de que esta crisis va a tener un efecto "perverso" de forma generalizada en el mercado, con un escenario negativo a medio-largo plazo. La ausencia prácticamente de la actividad comercial y de pedidos durante el tiempo que dure el Covid-19 afectará, según indican, a las inversiones, ventas y, por ende, a la producción, de forma notable.