BILBAO - El segundo bloque de la entrevista se centra en la evolución del sector y el papel que juega Kutxabank en un tablero en el que siguen sonando rumores de fusión.
¿Está descartada la salida a Bolsa?
-Tomamos una opción, que era la que nos convenía, porque nuestros accionistas no necesitan liquidez para sus acciones y tampoco tenemos un proyecto importantísimo que nos requiera una financiación adicional. Los bancos somos muy vulnerables y la cotización en Bolsa entraña riesgos. Para afectar el valor de un Santander tienen que ponerse muchos de acuerdo, pero afectar el valor de una entidad como la nuestra no es tan difícil. Ahora, descartar no está descartado. Si en algún momento conviene, haremos lo que haya que hacer. Hoy por hoy pensamos que no toca.
¿Da por concluido el proceso de adaptación de la estructura del banco al nuevo modelo de negocio?
-Como todo el sector, hemos acometido un proceso de reconversión, pero, mientras los tipos sigan bajando, el proceso no se puede dar por concluido. Adaptamos nuestra estructura a las situaciones del mercado, pero mientras los tipos no dejen de bajar, tenemos que generar cierto tipo de rentabilidad y los gastos son muy importantes. No es posible mantener oficinas que pierden dinero y excesos de plantilla, en su caso, tampoco. Este año tenemos previsto un plan de prejubilaciones para 180 personas aunque vamos a incorporar a 125 personas. Y no tenemos previstos planes generalizados de cierres de oficinas, pero algunas habrá que cerrar porque estamos concentrando determinadas oficinas satélites en una oficina más grande. La adaptación de la estructura no puede darse por terminada, pero no queda mucho por hacer, la parte del león ya está hecha.
El regulador sigue planteando la necesidad de poner en marcha fusiones para que las entidades sigan ganando tamaño.
—El regulador habla de fusiones y es lógico porque tener más masa crítica con los tipos a la baja y poder reducir gastos, objetivamente, es mejor. Pero en principio nosotros no sentimos ninguna presión para realizar operaciones corporativas. Nos sentimos bastante libres. En España el nivel de concentración bancaria es muy alto, más que en casi todos los países de Europa, por esa vía no habría nada que justificase las fusiones. Puede haber operaciones corporativas por necesidad o por querer mejorar rentabilidad y no excluyo que haya algunas fusiones en España, me parecerá perfecto.
¿Qué papel puede jugar Kutxabank en ese escenario y cuál es el que le gustaría jugar?
-Si hubiese alguna oportunidad, la podríamos valorar, no nos cerramos. Lo que pasa es que buscaríamos buen precio y que fuese una franquicia comercial y territorial valiosa. Sería una forma de mejorar nuestra rentabilidad. Pero tendría que aparecer la oportunidad, algo que hoy por hoy no visualizamos.
¿Cuál es la evolución del banco en el mercado navarro?
-Crecemos en todas las líneas de negocio. En banca privada, finalista e institucional.La banca digital nos ha permitido ganar mercado, las hipotecas crecen y nuestra cuota hipotecaria multiplica por cuatro nuestra cuota de oficinas. Es un mercado que nos interesa.