Madrid - En los últimos informes elaborados por la AIReF respecto a la Seguridad Social, el organismo abogaba por desviar parte de los gastos no contributivos que asume la Seguridad Social, y que computan por tanto en su déficit (1,4% del PIB), al del Estado. En detalle, la AIReF considera que la cotización por desempleo podría reducirse entre tres y cuatro puntos en favor de la Seguridad Social, asumiendo el Estado la pérdida para el SEPE, lo que comporta un gasto de unos 10.400 millones.
La AIReF sugirió además la asunción por parte del Estado de determinados gastos que ahora soportan las cotizaciones, como son, entre otros, los gastos de funcionamiento de la Seguridad Social (4.000 millones), de medidas de fomento del empleo consistentes en la reducción de cotizaciones (2.000 millones), de las prestaciones por maternidad y paternidad y las subvenciones implícitas a regímenes especiales (1.000 millones).
Así, descontando el superávit de 1.400 millones del SEPE, la propuesta de la AIReF supone transferir un gasto de 9.000 millones del SEPE al Estado y otros 7.000 millones de gastos no contributivos de la Seguridad Social, con lo que el déficit del Estado aumentaría en 16.000 millones, hasta el 2,2% del PIB, en tanto que se acabaría con el desequilibrio en la Seguridad Social. José Luis Escrivá, que ha afirmado en varias ocasiones que es “absorbible y manejable” el aumento del gasto en pensiones, ha abogado por mantener el poder adquisitivo, no “demonizar” el factor de sostenibilidad, acometer reformas paramétricas como la realizada en 2011, alcanzar una edad efectiva de jubilación de 67 años y ampliar el periodo de cálculo de las pensiones a toda la vida laboral. - E.P.