Donostia - El Parlamento Vasco rechazó ayer la enmienda presentada por EH Bildu a la Ley de Cooperativas de Euskadi que instaba a que este movimiento empresarial tuviera representación en Lanbide. Fracasa así un nuevo intento de impulsar una de las históricas reivindicaciones del cooperativismo vasco defendida desde la creación, hace casi una década, del Servicio Público de Empleo de la CAV.
La iniciativa de la coalición de la izquierda abertzale fue denegada con los votos en contra del PNV, PSE-EE y PP, con lo que de momento se cierra la puerta a la posibilidad de que Lanbide cuente con la opinión vinculante del movimiento cooperativo, a la espera de la respuesta que dé EH Bildu. Ayer ya comunicó que “previsiblemente” volverán a presentar esta enmienda en el pleno en el que se debata el dictamen final de la Ley de Cooperativas de Euskadi.
La tramitación de esta ley no ha estado exenta de polémica, provocada precisamente por el planteamiento de que las cooperativas tengan un asiento en el consejo del Servicio Público de Empleo vasco. Aprobado el texto por el Gobierno Vasco en diciembre del pasado año sin complicaciones, se trasladó al Parlamento de la CAV para su debate. Ha sido en esta fase del proceso cuando se ha producido un desencuentro al volverse a plantear una cuestión históricamente reivindicada por el mundo cooperativo en la que ha intervenido Confebask.
En esencia, la propuesta contempla que las cooperativas vascas tengan una pequeña representación en Lanbide, dado su importante papel en la economía vasca. El consejo de administración de este Servicio Público de Empleo está formado por 15 asientos, de los que cinco ocupa Confebask por la parte empresarial, otros cinco los sindicatos por la parte social (aunque ELA y LAB han rehusado participar), y los cinco restantes se destinan a representantes del Gobierno Vasco.
La iniciativa aboga por reservar uno de los asientos de la representación empresarial al movimiento cooperativo vasco. En respuesta, la patronal vasca Confebask emitió un comunicado en el que subrayó que es la organización empresarial intersectorial más representativa en la CAV, lo que le sitúa como la única asociación de empresas legitimada para estar en el consejo de administración de Lanbide, “tal como viene estipulado en la Ley estatal de Empleo”, aclaró. Del mismo modo, pidió un informe al Consejo de Relaciones Laborales vasco CRL para que analizara la legalidad de las enmiendas presentadas por EH Bildu, lo que le valió las críticas de la coalición soberanista, que le acusó de interferir en una tramitación parlamentaria para tratar de parar la Ley de Cooperativas de Euskadi. La patronal vasca insistió en ser la única legitimada y negó pretender realizar ninguna intromisión en la labor de los parlamentarios vascos.
tradicional demanda El debate parlamentario sobre la Ley de Cooperativas de Euskadi ha vuelto a dar vigencia a una antigua demanda del movimiento cooperativo, que considera necesaria su presencia en un organismo público que diseña los planes de empleo y los convenios de colaboración en materia de formación. Las cooperativas vascas lamentan que en dos cuestiones fundamentales como las anteriores no tengan posibilidad de actuar.
Este mismo año, en la presentación de resultados de la Federación de Cooperativas de Trabajo Asociado, Enseñanza, Consumo y Crédito de Euskadi, Erkide, su director Agustín Mendiola hizo referencia a la ausencia de este sector de la economía vasca en el consejo de administración de Lanbide al afirmar que “no hay ninguna razón jurídica para dejarnos fuera”, y señaló que “es una decisión política”.
El director de Erkide añadió que “si no estamos en Lanbide es por la presión de Confebask” y se dirigió a la clase política para advertir de que “no se puede conceder el monopolio a una sola patronal”. Konfekoop, la Confederación de Cooperativas de Euskadi en la que se integra Erkide, también se vio “abocada” a emitir un comunicado con motivo de esta controvertida cuestión para volver a reclamar su presencia en Lanbide, “una aspiración y una reclamación histórica”.