deusto - Una de las cuestiones que ayer fueron acentuadas durante la presentación del informe GEM fue la pérdida de peso que ha experimentado el factor de la calidad en los nuevos negocios creados. Según explicaron sus impulsores, las empresas de reciente creación se enmarcan en el sector de servicios y su influencia en la mejora del tejido industrial de Euskadi es escasa o incluso inexistente.

Según este informe, convendría ademas potenciar el emprendimiento tecnológico al posicionarlo en un nivel bajo. Según los resultados obtenidos, el 21,9% de las nuevas empresas desarrollan una actividad vinculada al conocimiento. Este porcentaje, no obstante, mantiene un ritmo ascendente puesto que en 2015 representaban el 17,9% del conjunto del movimiento emprendedor vasco.

Otro de los aspectos a los que creen necesario prestar atención es la dimensión de estos negocios, dado que la mayor parte de ellos no crea empleo. Solo una de cada cuatro se sitúa en el nivel de generación de nuevos puestos de trabajo.

perfil Las características que definen de modo general a la persona emprendedora en Euskadi tiene, en primer lugar, carácter masculino puesto que el 55,1% de ellas son hombres. Sin embargo, los responsables incidieron en que en los 15 años en los que se ha venido realizando este estudio el peso de la mujer emprendedora ha ido creciendo.

La edad promedio es de 43 años, tres años más que el año anterior, y los nuevos emprendedores se caracterizan por tener un nivel alto de formación, con el doble de universitarios que hace quince años, y un nivel de renta superior.

Al igual que en 2004, la identificación de oportunidades es el principal motivo para emprender y la mayor motivación “la independencia, más allá del dinero”, explicó María Saiz, directora del equipo GEM.

Por otro lado, el capital semilla empleado para emprender en la CAV se sitúa en los 21.740 euros, una cifra superior a los 20.000 euros de la media del Estado pero por debajo de los 23.499 del ejercicio anterior.

En este sentido, se observa un incremento de proyectos nacientes de menor cuantía ya que cuatro de cada diez personas afirman haber invertido menos de 10.000 euros, mientras que se mantienen los de “mayor envergadura” en términos de inversión y el 12,9% cifra las necesidades de financiación con más de 150.000 euros. - DNA