La chispa de la vida. A algunos, entre ellos a los más mayores, como un servidor, la frase les sonará a campaña publicitaria de Coca-cola en los lejanos años del final del Franquismo y comienzos de la Transición en España; pero les aseguro que la idea va volver a pegar, y muy fuerte, en un futuro muy cercano de la mano de los modelos eléctricos.

Si hace unas cuantas semanas este redactor se deshacía en elogios hace la versión eléctrica del Smart Fortwo -con una lagrimita de tristeza nada disimulada cuando el pequeño automóvil dejaba atrás en todos los sentidos a unas ruidosas, preciosas y enormes Harley-Davidson en plena autopista-, lo que nos viene en breve va a hacer que muchos piensen en verde -y no sólo a la hora refrescarse con una cerveza bien fría- si desean hacerse con un vehículo nuevo.

Y es que sin salir de los proyectos que se trae entre manos la multinacional alemana, Mercedes está realizando en nuestro país las pruebas de la última etapa de desarrollo de su precioso y espectacular SUV eléctrico EQC. En nuestra geografía acomete los ensayos bajo temperaturas elevadas (hasta 50 grados centígrados) para evaluar los apartados especialmente sensibles a los calores más intensos, como son el mecanismo de aire acondicionado, la recarga, la refrigeración de la batería, el sistema de propulsión y las unidades de control, además de la dinámica de conducción y el confort de marcha. “Después de completar con éxito las pruebas de resistencia en invierno, a menos 35 grados centígrados, confiamos en que las pruebas de calor confirmarán que cumplimos el plan de inicio de la producción en serie”, declaraba Michael Kelz, ingeniero jefe del EQC, un vehículo cuyo desarrollo está llevando un periodo de cuatro años y en el que se están recorriendo países como Alemania, Finlandia, Suecia, España, Italia, Dubai, Sudáfrica, Estados Unidos y China.

Y si pensaban que la propulsión eléctrica iba a ser sólo cosa de turismos de venta al público, se equivocaban, porque también los vehículos comerciales van a ir poco a poco abandonando los combustibles fósiles y sumándose a las emisiones cero y el silencio de funcionamiento. De hecho, Mercedes-Benz anuncia que pondrá a la venta tras el Salón del Vehículos Comerciales IAA 2018 su gama de Vito eléctricas, denominadas eVito, que se fabricarán en la planta de la marca en Vitoria y en España se comercializarán en la primavera del año próximo. Asimismo, en 2019 Mercedes dará entrada a la variante de gran capacidad eSprinter.

Los parámetros para determinar la validez de este sistema de propulsión siguen siendo los mismos que con los de combustión: eficiencia, economía, flexibilidad y fiabilidad. Para Mercedes, “la elección entre un sistema de propulsión eléctrico con batería, un motor de combustión clásico o, en el futuro a medio plazo, la tecnología de pila de combustible, vendrá determinada, únicamente, por la que ofrezca las mejores condiciones para una situación específica”.

Con una capacidad de batería instalada de 41,4 kWh, la autonomía anunciada será de unos 150 kilómetros, que incluso en las condiciones más desfavorables no bajará de 100 km, con un tiempo de recarga de seis horas. El motor eléctrico de 84 kW (unos 115 CV) y 300 Nm de par se muestra muy adecuado para uso urbano, permitiendo además ajustar la velocidad máxima, y con ello el consumo de energía, en función del ámbito de trabajo, con 80 km/h para entornos urbanos y 120 km/h para trayectos fuera de la ciudad. Disponible en dos carrocerías, una de 5,140 metros de largura y la segunda de 5,370 metros, con una capacidad de carga de hasta 1.073 kilogramos y volúmenes entre 6,0 y 6,6 metros cúbicos, las baterías se encuentran ubicadas bajo el habitáculo.

El siguiente modelo eléctrico, la eSprinter, se lanzará a nivel mundial en 2019, como una furgoneta de techo alto, con un peso total permitido de 3.500 kilogramos y una capacidad de carga de 10,5 metros cúbicos.

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