Gasteiz - La OCU denunció ayer la subida de la luz producida en el último año, debida sobre todo al frío y al mayor coste de los derechos de emisión de CO2. La asociación de consumidores explica que en enero de 2019 se ha prolongado la tendencia al alza de los precios en 2018 y calcula un incremento anual del coste de la energía de casi el 25%, lo que se traduce en un repunte de algo más del 6%, unos cuatro euros, en el recibo medio. La previsión es que la factura siga subiendo en febrero y que el cambio de tendencia no llegue hasta el mes de marzo.

El mercado mayorista registró fuertes subidas desde los primeros días de enero, con incrementos interanuales en el coste de la energía en días puntuales superiores al 40% que finalmente han quedado algo más suavizados. El problema es que a la mala meteorología de enero se suman los incrementos de precios acumulados en la primavera y el verano de 2018, que en algunos meses llegaron a superar niveles máximos en diez años. Aunque la curva fue descendente en el tramo final el coste de la energía subió casi un 10% de media en el conjunto del ejercicio pasado.

La OCU explica que la bajada que suele producirse en los primeros meses del año no ha llegado en enero de 2019, mes en el que los precios en el mercado mayorista se han mantenido en valores superiores a 62 euros por megavatio/hora.

Esto supone una fuerte subida del 24,8% en el precio de la energía, explica la asociación, si se comparan con los 50 euros por megavatio del primer mes de 2018. Traducido a una factura media el incremento sería del 6,5%, lo que supondría pasar a pagar 69,59 euros de recibo, algo más de 4 euros respecto a la factura de hace un año.

La asociación explica que la subida afecta especialmente a los consumidores que tienen la tarifa eléctrica con discriminación horaria -con un coste menor por la noche a cambio de pagar más en las horas del día de mayor demanda-. Además, quienes tienen calefacción por acumuladores eléctricos notarán los mayores repuntes. En todo caso la OCU mantiene que la alternativa de la tarifa con discriminación horaria sigue siendo una buena opción para ahorrar.

En cuanto a las causas que explican este aumento de precios está el frío y por tanto el aumento de la demanda y el aumento del coste de los derechos de emisión de CO2 desde mediados del pasado año, que se ha ido trasladando al precio de la energía. Todas las previsiones apuntan a que la subida de la factura se prolongará en febrero, aunque la situación podría empezar a cambiar a partir de primavera.

Pese a esta tendencia al alza, hay que recordar que la evolución fue aun más grave en el arranque de 2017, cuando el megavatio/hora alcanzó los 92 euros impulsando el recibo al segundo mayor pico de la historia. El mecanismo de fijación de precios de la energía en el Estado español sigue generando polémica por el funcionamiento poco transparente de las subastas, lo que ha dado lugar incluso a investigaciones oficiales ante las sospechas de manipulaciones en momentos de mayor demanda.