vitoria - Euskadi bajó la persiana contable de junio con un superávit de 332 millones de euros, lo que supone un 0,44% del PIB vasco. Llegar a la mitad del año con saldo positivo permite al Gobierno tocar con la punta de los dedos el objetivo de cerrar el año con un ligero superávit y todo indica a que se dará un paso de gigante en el proceso de normalización de las Cuentas vascas.
El buen ritmo de la recaudación fiscal es el principal combustible de la evolución presupuestaria de la CAV, que es ya la única región que no incurre en déficit. En cambio ya son doce las comunidades que incumplen el objetivo del -0,4% del PIB marcado para el conjunto del año. En mayo estaban en esa situación ocho gobiernos regionales y en abril, cinco. Con todo, el déficit de las comunidades autónomas se situó en junio en 7.133 millones, un 16% menos que hace un año, cuando el saldo negativo fue de casi 8.500 millones. El saldo negativo regional pasa del 0,73% del PIB al 0,59%.
Según los datos de ejecución presupuestaria hechos públicos ayer por el Ministerio de Hacienda, también mejora la evolución del déficit del conjunto de las administraciones del Estado, que bajó hasta los 22.698 millones en julio, lo que supone una reducción de casi un 16%.
En esa cifra no está la administración local, cuyos datos se conocen siempre un mes más tarde. Así que para evaluar la salud del conjunto de las administraciones hay que fijarse en el dato del primer semestre, que equivale al 1,87% del PIB, por debajo tanto de la meta oficial (2,2%) como del objetivo que se ha marcado del Gobierno de Pedro Sánchez (2,7%) ante la imposibilidad de cumplir con la regla de gasto.
margen de maniobra en euskadi No ocurrirá lo mismo en Euskadi, donde el Ejecutivo afronta la última mitad del año con un buen colchón para cumplir con sus obligaciones, reforzado a su vez con un ritmo de crecimiento de la recaudación superior al inicialmente previsto.
De modo que Lakua podrá mantener la intensidad del gasto y al mismo tiempo seguir controlando su nivel de endeudamiento, que es la gran herencia que deja la crisis en las administraciones. En ese capítulo Euskadi también es el mejor alumno de la clase. La deuda pública vasca ronda el 14% del PIB, mientras que la del conjunto del Estado se mueve cerca del 100%. El esfuerzo a realizar es muy diferente y la exposición a nuevos terremotos financieros no tiene nada que ver.
Fuentes del Departamento vasco de Hacienda confirmaron ayer a DNA que la situación es positiva. Se avanza “en línea” con lo previsto y acabar el año con más ingresos que gastos. Y esta vez todo es imputable a la buena marcha de la economía y los ingresos. No se ha producido ninguna inyección de dinero como el año pasado con el acuerdo para la liquidación del cupo.
superávit vasco. Euskadi registró un superávit de 332 millones hasta junio, lo que supone un 0,44% sobre su PIB. Es la única comunidad se mantiene en superávit.
déficit regional. Doce gobiernos autónomos incumplen el objetivo del año y el balance conjunto arroja un déficit de 1.733 millones de euros, un -0,59% del PIB regional.
déficit del Estado. La buena marcha de la recaudación contribuyó a bajar el déficit del Estado al cierre de julio hasta los 18.080 millones, lo que supone una reducción interanual de 2.742 millones.