Gasteiz - Un incremento de las exportaciones vascas inferior al previsto agravado por las incertidumbres que plantea la política arancelaria emprendida por la administración de Estados Unidos junto con los movimientos políticos en Alemania o Italia lastrará el crecimiento económico de la CAV. Así lo estima el Observatorio Regional que elabora el servicio de estudios de BBVA, que reduce en dos décimas su previsión de aumento del PIB vasco para 2018 hasta situarlo en un 2,9%, impulsado sobre todo por el consumo interno.
El informe advierte de un menor ritmo exportador del esperado en la economía vasca que, con los datos actuales, no parece que vaya a corregirse a corto plazo puesto que las expectativas apuntan a un menor crecimiento en la actividad de los socios comerciales y una mayor incertidumbre sobre la demanda futura.
La pasada apreciación del euro no es un factor que contribuya a mejorar este escenario, admite BBVA, puesto que ha provocado una pérdida de competitividad de comunidades muy expuestas al comercio exterior, como es el caso de la CAV.
La caída de ventas exteriores, “que no se ve compensada por otros componentes de la demanda” además de afectar negativamente a la inversión, “justifica la corrección de la previsión de comportamiento para 2018”, concluye el Observatorio Regional de la entidad financiera.
Hace tres meses, BBVA estimaba el crecimiento del PIB vasco para el presente ejercicio en un 3,1%, mientras que el informe hecho público ayer lo rebaja a un 2,9%. Este porcentaje, no obstante, es superior al que maneja el Gobierno Vasco, que lo establece en un 2,8%.
Para el año 2019, por su parte, la entidad financiera considera que la economía crecerá un 2,7%. En esta ocasión, la diferencia con respecto a las previsiones del Ejecutivo vasco son más pronunciadas, dado que el departamento vasco de Hacienda y Economía estimó en su revisión del mes pasado un aumento del 2,3%.
expectativas El Observatorio Regional de BBVA es positivo a medio plazo. Según avanza, “se espera que la prolongación de la recuperación a nivel mundial, junto con el sesgo expansivo de la política monetaria, apoyen el incremento de las exportaciones”, importante vector de crecimiento de la economía vasca. Su evolución se verá, además, favorecida por un euro algo más depreciado que hace tres meses, fecha del anterior informe del Observatorio Regional del BBVA.
Como posibles peligros que deben tener en cuenta los agentes económicos de Euskadi, el servicio de estudios de la entidad financiera cita la imposición de aranceles dictada por la administración de Donald Trump. En este caso, considera que las primeras medidas adoptadas, que afectan al acero y al hierro, tienen una afección “mínima” en las exportaciones vascas, aunque superior a la de otras zonas del Estado, con menos comercio de estos productos con Norteamérica.
Sin embargo, advierte de que la extensión de estos aranceles a otros productos, como los automóviles, incrementaría su efecto pernicioso sobre el comercio exterior vasco. Respecto a la Unión Europea, el Brexit o los movimientos políticos en Italia y Alemania también generan incertidumbre.
2,9%
es el porcentaje en el que BBVA estima que crecerá la economía vasca en 2018. Esta previsión rebaja la realizada hace tres meses, que se situaba en el 3,1%, pero es algo superior a lo que espera el Gobierno Vasco, un 2,8%.
Exportaciones. Las ventas exteriores de la CAV son inferiores a las que se preveía inicialmente, lo que lastra el crecimiento del PIB.
Demanda interna. El consumo de las familias de Euskadi, por el contrario, se ha acelerado y es la principal base del incremento del PIB.
Construcción. El sector da síntomas de consolidar su recuperación.