bilbao - El comité de Productos Tubulares optó por “mantener la cautela” ayer tras conocer que la dirección iba a retirar los 157 despidos y recordó que aun hay muchas incertidumbres en torno al futuro de la filial de Tubos Reunidos. En ese sentido, valoraron que “la lucha” mantenida en el último mes y medio ha servido para ganar “una batalla, pero no la guerra”.

En estos 41 días de huelga la plantilla de la fábrica de Trapagaran ha llevado ha cabo numerosas movilizaciones tanto en Bilbao frente a las oficinas de la compañía de tubos como en distintos municipios de Ezkerraldea. La línea roja fijada por los trabajadores para empezar a negociar salidas no traumáticas era la retirada del ERE y ayer lograron ese primer propósito, lo que trasladó un cierto alivio a la planta de Galindo, en cuya entrada se han ido turnando estas semanas de huelga distintos grupos de trabajadores.

“Sabemos que esto es una batalla, no la guerra, en tanto en cuanto no hemos adquirido ningún compromiso por parte de la dirección de que no nos pondrán medidas iguales o parecidas en un futuro”, señaló el comité tras la reunión de ayer. Productos Tubulares da trabajo a 420 personas de manera directa, con una media de edad entre la plantilla de poco más de 40 años, además de generar cientos de puestos de trabajo indirectos a través de contratas y firmas auxiliares. - DNA