BILBAO - El sector siderúrgico vasco no consigue, en su conjunto, recuperarse de los efectos de la crisis de hace una década y aunque aumentó su producción un 9% en 2017, los 3,2 millones de toneladas que salieron de las acerías de Euskadi están lejos de los 7,5 millones de 2007. Una de las empresas perjudicadas por la menor demanda de su sector en concreto y por la bajada de precios ha sido el grupo Tubos Reunidos (TR) que ayer anunció la presentación de un ERE en su filial Productos Tubulares (PT). La dirección de esta compañía vizcaina presentó al comité de empresa un ERE de extinción de contratos para 157 trabajadores de una plantilla de alrededor de 418 empleados, además de una bajada salarial del 25%, un aumento de la jornada laboral de 1.680 a 1.704 horas anuales y el cierre de la acería de la planta de Sestao, según fuentes de ambas partes.

El objetivo de las duras medidas de ajuste propuestas es devolver la rentabilidad a una filial y a un grupo que ha acumulado 100 millones de euros de pérdidas en los tres últimos ejercicios y que tiene que afrontar una deuda financiera de 213 millones de euros.

La dirección de la compañía, perteneciente al grupo Tubos Reunidos, se reunió ayer martes con el comité de empresa para constituir la comisión negociadora e iniciar el periodo de consultas del ERE planteado en esta planta vizcaina, periodo que se extiende durante 30 días.

El encuentro, celebrado en un hotel de Barakaldo, contó con la presencia en el exterior de una concentración de los trabajadores de la firma de Trapagaran, que se encuentran en huelga indefinida desde el 8 de marzo.

El presidente del grupo Tubos Reunidos, uno de cuyos primeros accionistas es el BBVA, Guillermo Ulacia, destacó la “responsabilidad” con la que ambas partes se habían sentado a hablar en “un momento delicado” para el futuro de la compañía.

El grupo siderúrgico vasco fabricante de tubos de acero sin soldadura, -la mayoría al carbono, de menor valor añadido que los inoxidables-, se ha visto abocado a plantear un ajuste drástico, según la compañía, para poder superar los resultados negativos acumulados en los últimos tres años por efecto de una menor demanda mundial del sector de petróleo y gas, por la caída de precios de los tubos y por un desfavorable cambio euro-dólar.

Según Ulacia, el hecho de que el ajuste se concentre en la filial Productos Tubulares, que elabora serie cortas de tubos de gran diámetro destinados a la industria, se debe a que tiene menor margen de mejora de rentabilidad que la factoría de TR en Amurrio.

En concreto, Ulacia señaló que PT cerró 2017 con una facturación de 92 millones de euros, sobre un total de 312 millones en el grupo, y una producción de 52.000 toneladas, sobre un total de unas 290.000, y con unas pérdidas antes de impuestos de 10,8 millones de euros. Es más, el presidente del grupo precisó que en 2017 el beneficio en PT antes de intereses, amortizaciones e impuestos fue del 0,4% sobre ventas, “bastante insuficiente”.

Las razones de la nula rentabilidad y los números rojos, según Ulacia, se explican por la caída de los precios medios de venta de los productos de la compañía y una evolución del coste de la materia prima, que aumentó un 25% en 2017.

Según destacó Guillermo Ulacia, la diferencia entre el precio medio de venta y el coste de la materia prima se había reducido del orden de 450 euros la tonelada. Y el resultado es “insostenible”. “No hay ningún negocio que conozca que pueda estar en pérdidas permanentes durante muchos años en su vida”, afirmó sobre las opciones en caso de no adoptar medidas.

Más allá del ajuste de 157 trabajadores, preocupa especialmente en el colectivo laboral el cierre de la acería. Decisión que parece ser incuestionable pues Ulacia señaló que está dispuesto a comprar la materia prima para hacer los tubos, o sea el acero en lingotes, a acerías sitas en un radio de 100 kilómetros a la redonda. Los trabajadores cuestionan que eso sea tan sencillo porque “hacemos unas aleaciones concretas que se han intentado hacer con acero de Sidenor Reinosa y no es fácil”.

En todo caso, el presidente del grupo Tubos Reunidos, Guillermo Ulacia, afirmó que trabajan activamente para poder recolocar a los trabajadores de Productos Tubulares que se verán afectados por el ERE de extinción anunciado para 157 personas.

Rechazo sindical Despidos y medidas de ajuste que no son compartidas por los sindicatos. CC.OO. de Euskadi no dudó en calificar de “barbaridad” el plan y anunció que seguirá movilizándose con los trabajadores para “salvar” la planta vizcaina pues, en su opinión, “eliminar la acería de PT es condenar el futuro de la planta ya que difícilmente sería viable sin una acería propia”.

ELA exigió al grupo Tubos Reunidos la retirada del ERE y las medidas propuestas y reclamó a los Departamentos de Industria y Trabajo del Gobierno vasco que “impidan esta barbaridad” pues “los posibles problemas con los que la empresa pretende justificarlas, no tienen nada que ver con los puestos de trabajo, ni con las remuneraciones percibidas por la plantilla”.

LAB, por su parte, cuestionó que “se quiera reducir la plantilla y aumentar la jornada laboral”.

-32,4

millones de euros perdió el Grupo Tubos Reunidos el pasado ejercicio. Las ventas sumaron 312,5 millones.