BILBAO - El debate sobre el futuro de la pensiones tiene que contemplar también la diferencia existente entre la cuantía que perciben las mujeres y la de los hombres. La pensión media de jubilación que cobran las mujeres en Euskadi es de 907 euros mensuales. Es decir, ellas cobra 661 euros menos que ellos, cuya prestación media se sitúa en los 1.568 euros.
Son datos de un informe de UGT Euskadi, cuyo secretario general, Raúl Arza, explicó ayer que esa diferencia obedece principalmente a dos cuestiones: muchas mujeres cobran pensión de viudedad, las más bajas, y, además, las trabajadoras tienen carreras de cotización más bajas por la temporalidad y el empleo a tiempo parcial de sus empleos. Arza, junto a su secretaria de Política Sindical, Maribel Ballesteros, puso el foco en esta nueva forma de discriminación de genero. Según un estudio sobre pensiones elaborado por la central, Euskadi, una de las comunidades con pensiones más altas, contaba al cierre de 2017 con 498.613 pensionistas. La pensión media fue de 1.151 euros, algo superior la de jubilación, situada en 1.324 euros y 254 euros mayor que la media en España.
El informe evidencia que las mujeres cobran pensiones más bajas de media. En concreto, el 73% de las mujeres perciben pensiones por debajo de 1.000 euros al mes, lo que sólo afecta al 29% de los hombres.
Arza explicó que esta situación tiene que ver con las menores pensiones de jubilación que cobran ellas y con el hecho de que de las mujeres que cobran una pensión en Euskadi, el 45 son viudas (la pensión media de viudedad es de 785 euros al mes). También está relacionada con la realidad de un mercado de trabajo caracterizado por “una alta temporalidad” en las nuevas contrataciones y con “la segregación por sexo” en la contratación a tiempo parcial. Según sus datos, casi el 30% de las mujeres que trabajan lo hacen con contrato a tiempo parcial frente a cerca del 10% de los hombres en esa situación.
Arza destacó también el papel “relevante” que juega en Euskadi la Renta de Garantía de Ingresos (RGI) para complementar las pensiones más bajas: uno de cada cuatro perceptores de esta ayuda social son pensionistas, en su mayoría (dos de cada tres) mujeres. El sindicalista volvió a reivindicar pensiones dignas y llamó a los partidos vascos con representación en el Congreso a que “no se olviden de los pensionistas” y trabajen por la derogación de la reforma de 2013 y por que el IPC vuelva a ser referencia en su revalorización. El responsable de UGT insistió que el sistema no tiene un problema de gasto, sino un problema de ingresos, y urgió a buscar alternativas a su financiación “sin descartar los impuestos”.
Según sus cálculos, con la desaparición de las deducción a las empresas y eliminando el tope de cotización para las rentas más altas, el sistema ingresaría unos 16.000 millones de euros adicionales, que servirían para afrontar la mayor parte del déficit de unos 18.000 millones de la Seguridad Social. El estudio refleja el déficit del sistema en Euskadi entre cotizaciones y pensiones contributivas, cifrado en 2016 en 2.427 millones de euros.
Arza, que preguntó a quien defiende la transferencia de la gestión de las pensiones a Euskadi “de dónde se va a sacar” para cubrir ese desfase, compareció, al igual que su compañera, portando un lazo de color marrón en denuncia de “la mierda de subida del 0,25%” aplicada a las pensiones. - DNA