BILBAO - La industria vasca ha asumido el reto de formar a los trabajadores que contratará en el futuro y resolver el problema de falta de personal cualificado que ha estado latente durante la crisis. La Formación Profesional Dual, que combina las clases en el centro académico y las prácticas en la empresa, es la herramienta más conocida, pero hay otras fórmulas que recuerdan las antiguas escuelas de aprendices que tenían hace décadas las grandes compañías.
Se trata de formar hoy a medida a la cantera que se pondrá al frente de la producción mañana. Y cada vez hay más compañías que dan ese paso. El ejemplo más cercano es el de Matrici, que inaugurará esta misma mañana en Zamudio un centro de Formación Profesional específica para la industria de la troquelería. La cooperativa del grupo Mondragon da este paso ante la “carencia de matriceros profesionales” que puedan atender sus necesidades productivas y refuerza la FP Dual, la respuesta que han encontrado muchas empresas vascas ante la falta de personal cualificado para el sector manufacturero.
La dinámica de engarzar la formación con el centro de trabajo gana enteros en Euskadi y es ejemplo de ello el reciente acuerdo firmado por la patronal y la Universidad del País Vasco de cara a moldear los estudios a través del contacto directo con los centros de trabajo y las prácticas en empresas. El problema de la escasez de personal en profesiones ligadas a la industria no es nuevo. Ya en 2001, el entonces consejero vasco de Empleo, Joseba Azkarraga, advertía de la existencia de 10.000 empleos sin cubrir en Euskadi por la falta de personal. Ni la demografía ni la cualificación acompañaban y en un momento en el que se rozaba el pleno empleo había puestos de trabajo vacantes.
La última crisis evitó que se diera respuesta a ese problema y al tiempo cambió el panorama, porque el cierre de fábricas y la bajada de producción redujeron rápidamente las necesidades de contratación. Con el nuevo ciclo económico ha quedado en evidencia que la cuestión tan solo había quedado oculta ante otras urgencias. El rompecabezas del empleo industrial sigue sin completarse y es necesario fabricar a medida las piezas que faltan.
más de cien empresas Esa es en esencia la filosofía del Matrici Advanced Training Center (MATC), pero también de otras iniciativas similares, que cuentan en ocasiones con el apoyo de la Administración. Es el caso del Centro Global de Formación Tecnológica de Gestamp, GTI (Gestamp Technology Institute), que está instalado en el Automotive Inteligence Center de Boroa, promovido por la Diputación de Bizkaia. Otra multinacional vizcaina de la automoción, CIE Automotive, dedica 30 horas anuales de media a la formación de sus trabajadores.
Y compañías como Petronor, Uvesco, Danobat, Tubacex, ITP y Mondragón Corporación se han sumado este año al grupo de empresas que explotan la FP Dual vasca, donde hace ya un tiempo que compañías como Mercedes Benz encuentran una herramienta clave para encontrar el perfil de trabajadores que necesitan.
La empresas que están explotando la nueva FP vasca buscan una fórmula para adaptar la formación a las especificidades de la industria vasca, que requiere cada vez nuevas capacidades profesionales para mantener su competitividad, al tiempo que favorece una mayor empleablidad de los jóvenes una vez que terminan sus estudios.
Torneros, troqueladores, fresadores, especialistas en el manejo de máquinas por control numérico y, en general, expertos en fabricación de piezas mecánicas están entre las profesiones más demandas.
Además, el avance de la industria 4.0 dibuja un horizonte en la que la especialización en las diferentes vertientes de la manufactura será clave tanto para la búsqueda de trabajo como para el éxito de los proyectos empresariales. Y las compañías vascas ya se están moviendo para conseguir el mejor capital humano posible en el futuro.