BILBAO - La plantilla de CEL votó ayer a favor de la oferta de compra planteada por el grupo italiano Lucart, que obtiene así el aval necesario para hacerse con el grupo papelero de Enkarterri. Fuentes de los trabajadores explicaron a este diario que, tras el sí mayoritario -170 votos a favor por 20 en contra-, la operación será rubricada en la reunión de hoy entre el administrador concursal y la dirección de la multinacional italiana. Finalmente se mantendrán 145 puestos de trabajo aunque el número de despidos traumáticos se ha reducido a 5. Se prevé que, una vez dé su visto bueno el juez concursal, las plantas de CEL vuelvan a estar operativas a principios del año que viene.
Una de las principales firmas industriales vascas en crisis como es el grupo CEL logra de esta manera un salvavidas para garantizar su continuidad. La salida llega después de varios meses de incertidumbre en los que al menos cuatro posibles inversores han visitado las instalaciones de la empresa -una firma portuguesa, otra chilena y otra catalana-, aunque tres de ellos se cayeron finalmente de la puja. Únicamente la multinacional con sede en Porcari, en la región italiana de Toscana, acabó por formalizar una oferta al administrador concursal.
En ella se incluía, además de 6,3 millones de euros para hacerse con la compañía vasca, una previsión de inversión de en torno a 20 millones de euros en los próximos cinco años. Lucart es uno de los principales grupos papeleros de Europa y cuenta con presencia en varios países del continente, con lo que se presupone que su llegada tiene como objetivo relanzar la actividad industrial.
En cuanto al plan social, sin embargo, la dirección de la firma italiana no ha movido su posición inicial de preservar únicamente 145 de los más de 200 puestos de trabajo. Esa ha sido la principal arista en la negociación entre la plantilla y la empresa italiana en las últimas semanas, en las que el comité ha tratado por todos los medios de forzar el mantenimiento de todos los empleos.
Incluso se hizo una propuesta de transición al grupo papelero de Toscana que consistía en aplicar un ERE temporal rotatorio para toda la plantilla de forma que nadie se fuese al paro y se pudiese levantar la medida de regulación una vez de que se pongan en marcha las nuevas inversiones previstas y se incremente el nivel de producción.
Pero en las reuniones producidas en los últimos días, que han ido acompañadas de movilizaciones en las calles de Bilbao e interpelaciones a las instituciones para presionar a Lucart, no ha llegado el compromiso de los directivos italianos con el mantenimiento de todo el empleo. El fuerte endeudamiento del grupo papelero de Enkarterri, heredero de Virtisú -cuenta con plantas en Zalla, Güeñes y Artziniega, en Araba- y las previsiones de producción que se han trazado no dejan margen para volver a la actividad con una plantilla más amplia, según las explicaciones que ha dado Lucart al comité.
fin del plazo Así las cosas, hoy termina el plazo fijado por la administración concursal para aceptar o rechazar la entrada de los italianos, con lo que ayer por la tarde se votó en asamblea la última oferta. La plantilla dio un sí mayoritario a un plan social que incluirá finalmente 15 bajas incentivadas y en torno a una treintena de prejubilaciones, con lo que los despidos se reducen a 5 -los trabajadores desconocen aun quiénes serán los afectados-. Además, la llegada de Lucart supondrá en principio rebajas salariales que en algunos casos podrían ser significativas, si bien la magnitud será fijada en negociación con los trabajadores.
Lucart también ha planteado poner en marcha un ERE de suspensión mientras se cierran los flecos de la operación de compra, aunque está previsto que las plantas vuelvan a ponerse en marcha en poco tiempo, posiblemente a comienzos del año que viene incluso no se descarta el mes de enero. La entrada de la multinacional transalpina acarreará asimismo algunos cambios logísticos y traslado de maquinaria entre las distintas plantas.
El grupo CEL retomará así la actividad de la mano de una multinacional consolidada en el sector del papel que pasará a contar con más de una decena de plantas productivas en Europa. Lucart cuenta antes de formalizar la compra de CEL con 1.300 trabajadores y suma una producción anual de unas 310.000 toneladas de papel y tisú.
Tanto Gobierno Vasco como Diputación de Bizkaia han avalado la entrada de la firma italiana en los últimos días y han dejado entrever que se trata de un inversor fiable que llega con vocación de consolidar un proyecto industrial de futuro.
20 millones de inversiones. El grupo italiano plantea inversiones en cinco años que alcanzarán los 20 millones de euros con vistas a incrementar la actividad de manera progresiva. Además, pagará 6,3 millones por la operación de compra de CEL, tal y como exige el administrador concursal.
Plan social. Se mantienen 145 puestos de trabajo, con 15 bajas incentivadas y una treintena de prejubilaciones. Además, Lucart plantea negociar importantes rebajas salariales.
170
La plantilla de CEL dio su aval ayer al plan de Lucart de manera mayoritaria, con 170 votos a favor, 20 en contra y una decena de abstenciones.