temor al cierre. Varias decenas de trabajadores de la fábrica Bosch de Gasteiz se concentraron ayer ante la sede central del grupo en Zaragoza para denunciar que tras la venta de la planta se puede esconder un cierre “programado” de la misma. La factoría de la capital alavesa se dedica a la fabricación de centros de planchado, un producto que no cuenta para la nueva estrategia comercial del grupo. La planta, que cuenta con una plantilla de unos 250 trabajadores, acaba de cumplir 40 años y pertenece al grupo Bosch desde hace 20, cuando este adquirió la marca Ufesa. Foto: Efe