bilbao - El Gobierno Vasco y las tres diputaciones acordaron en agosto una rebaja en el tipo nominal del Impuesto sobre Sociedades que se verá compensada con la eliminación de las deducciones que no contribuyen al estímulo de la economía. La propuesta, que cuenta con el apoyo del partido que controla las cuatro grandes instituciones vascas, el PNV, es la base sobre la que están negociando en estos momentos jeltzales y socialistas, que tienen que llevar a las próximas Juntas de cada territorio un documento para su debate.

El planteamiento de Lakua y las haciendas forales pasa por rebajar el tipo de Sociedades del 28% actual hasta el 25% o el 24%. En este último caso, Euskadi tendría un impuesto para empresas incluso más bajo que el del Estado. Lo cierto es que a través de las deducciones y bonificaciones que establece la norma, las compañías terminan ingresando a Hacienda cerca de un 19% de sus beneficios.

afinar las deducciones Lo que se plantea es reducir el tipo nominal y al mismo tiempo afinar los mecanismos que permiten a las empresas reducir su factura fiscal, respetando, eso sí, los que favorecen la creación de empleo o la inversión de las empresas, entre otras herramientas de impulso de la actividad económica.

El diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria, reconoció ayer que las cifras que manejan en la Diputación se mueven en esa horquilla del 24 al 25%. Son, según ha podido saber DNA, porcentajes que han sido acordado por el Gobierno y las diputaciones, que son las encargadas de gestionar la recaudación y las que mejor conocen el campo en el que se cosechan los impuestos. Se ha descartado aumentar la presión fiscal a los ciudadanos a través de una subida del IRPF, pero se dará una vuelta a Sociedades para hacer este tributo más atractivo, como viene demandando desde hace meses la Diputación vizcaína.

El acuerdo alcanzado en agosto revela que las posiciones no estaban tan separadas ni entre diputaciones ni de Bizkaia con el Gobierno Vasco, como se ha llegado a trasladar. Hay margen en el impuesto empresarial para que no parezca a primera vista un lastre, pero sin renunciar a que sea una fuente de ingresos.

La idea es poner en el escaparate un tipo nominal que atraiga a las empresas, que no pasen de largo y se vayan directamente a otra tienda sin analizar las posibilidades de inversión que ofrece Euskadi. A partir de ahí, si se logra que las compañías entren en la tienda vasca, siendo el precio final a pagar otro e incluso superior al de la competencia, se confía en que el resto de cuestiones -logística, comunicaciones, ecosistema empresarial o mano de obra cualificada, entre otros- convenzan al cliente de que el traje es el que mejor se ajusta a sus necesidades.

En estos momentos se negocian los detalles con los socialistas, como socio de gobierno del PNV y por ser su apoyo suficiente para su aprobación en las juntas de Bizkaia y Gipuzkoa. Quedaría por cerrar otro apoyo en Araba, si bien el Partido Popular ya ha mostrado su predisposición a respaldar una rebaja del tipo de Sociedades que los sitúe en el entorno del español, como sería el caso. Habrá que esperar todavía para conocer los detalles de los cambios, que no serán de calado.

En una entrevista en Radio Euskadi, Rementeria aseguró que el consejero de Economía y Hacienda del Gobierno Vasco, Pedro Azpiazu, y las tres diputaciones “opinan lo mismo” en relación a este impuesto.

“Otra cosa es que necesitamos de otras formaciones políticas para que eso pueda ser realidad, y eso es lo que tenemos que hacer. Pero la opinión en el PNV al respecto es la misma. Bajar el nominal y tener esa tasa efectiva correcta e incluso recaudar más es posible”, aseveró.

La clave será un diseño del impuesto sobre sociedades que permita abaratar la factura fiscal de las empresas que “apuesten de verdad” por la creación de empleo de calidad” y por una innovación que mejore la competitividad empresarial.