MADRID - La industria cementera ha acordado un nuevo convenio sectorial en el Estado que fija un sueldo mínimo para todos sus trabajadores y además vincula parte de las subidas salariales de los próximos años a la evolución del consumo de este material de construcción en España. Un movimiento demandado por la patronal en otros sectores en detrimento de la tradicional referencia del IPC pero que deja la revalorización salarial al albur de los vaivenes del mercado, más aun en aquellas actividades dependientes de la exportación.

El nuevo convenio establece en 18.880 euros anuales el salario mínimo de sus empleados, importe equivalente a alrededor de dos veces el actual salario mínimo interprofesional. La patronal del cemento Oficemen y las correspondientes federaciones de CCOO y UGT acaban de firmar el acuerdo, que tiene una vigencia de cuatro años y que afectará a los alrededor de 4.250 trabajadores que actualmente tiene el sector.

El salario mínimo se situará en 20.000 euros a partir de 2020, independientemente de que se alcance o no esta cota en las subidas pactadas para los próximos ejercicios. En cuanto a las subidas de salario, para 2017 se aplicará un incremento fijo lineal de 280 euros y, a partir de 2018, se establece un sistema de aumentos que combina una subida fija con otra variable.

La subida fija para los trabajadores será de 240 euros anuales para cada uno de los ejercicios del trienio 2018-2020. En cuanto al incremento variable de cada año, estará vinculado a la evolución que el consumo de cemento haya tenido en el Estado español el ejercicio anterior y podrá oscilar entre los 30 y los 160 euros. Para cobrar la variable mínima, el consumo de cemento debe haberse incrementado en al menos 500.001 toneladas el año anterior. Y aumenta progresivamente hasta el máximo de 160 euros que se cobraría en el caso de que la demanda anual de este material de construcción crezca en más de 2,5 millones de toneladas. - DNA