Madrid - Queda camino por recorrer, pero después de la reunión de ayer entre sindicatos y patronal la resolución del conflicto de la estiba está más cerca. Las dos partes cerraron un principio de acuerdo que satisface a las centrales sindicales al recoger, aunque de forma embrionaria, el mantenimiento del empleo. El pacto debe superar hoy un primer obstáculo ya que la asociación empresarial Anesco va a votar en asamblea si deja de representar a las firmas del sector. Si el resultado de la votación es sí, el acuerdo saltaría por los aires y, en caso contrario, patronal y sindicatos tendrán dos semanas para desarrollar el texto redactado en la última hora de ayer.
El preacuerdo llegó casi cuando menos se esperaba, y eso que las dos partes habían mostrado en la víspera voluntad de diálogo. A media tarde saltaba la noticia de que Anesco -Asociación Nacional de Empresas Estibadoras y Consignatarias de Buques- va a votar hoy si pone fin a su papel de representante de las empresas estibadoras en la mesa con los sindicatos.
El anuncio, confirmado por un dirigente de Anesco, responde a la división interna existente en la organización empresarial de la estiba, en la que conviven dos posiciones encontradas respecto a las concesiones a realizar en la negociación.
En todo caso, fuentes sindicales indican que la postura partidaria de perder la condición de patronal es minoritaria dentro de Anesco, lo que supondría que el acuerdo de ayer no está en riesgo. Si, por el contrario, Anesco deja de representar al conjunto de las empresas, el punto de encuentro alcanzado ayer no tendría validez y tendría que ser trasladado puerto por puerto o incluso empresa por empresa.
Tanto la Coordinadora de Trabajadores del Mar como UGT, dos de los principales sindicatos que representan a los estibadores, consideran que la amenaza de Anesco no es real. “No veo un sector estratégico como el nuestro sin patronal”, dijo Antolín Goya, de Coordinadora. En el mismo sentido se pronunció Israel Ruiz, de UGT, quien explicó que, si en las asambleas de hoy los trabajadores dan su visto bueno al preacuerdo de ayer, hay mimbres para que la huelga que iba a iniciarse mañana quede de nuevo en stand by.
Según explicó Ruiz en un receso de la reunión de ayer, el preacuerdo tendría que desarrollarse en las dos próximas semanas, tanto lo referente a la subrogación de los 6.000 empleos de los puertos como otras cuestiones relativas a la organización del trabajo y la prestación del servicio.
Otros asuntos como las prejubilaciones o la negociación del convenio del sector también se dejarían para más adelante. Se puede decir que la reivindicación principal de los sindicatos para desconvocar los paros, que era el compromiso de mantener a los actuales trabajadores, está recogida en el texto consensuado ayer.
La forma en que este compromiso se trasladará a la regulación legal -podría ser mediante un segundo decreto que complemente la reforma aprobada en el Congreso- se discutirá en las próximas semanas siempre que tanto la patronal como los sindicatos acepten a nivel interno lo acordado ayer. Si las negociaciones continúan por la senda del entendimiento, los estibadores de los puertos del Estado no llevarían a cabo los paros programados a partir de mañana.
A pesar de todo, se siguen reservando la posibilidad de ir a la huelga en el caso de que las conversaciones salten por los aires.