Vitoria - En numerosas ocasiones los consumidores encuentran en los establecimientos ofertas que pueden resultar engañosas. Tal y como explican desde la Organización de Consumidores, por citar algunos ejemplos, existen precios muy bajos que figuran en grande cuando realmente ese precio es sólo válido al comprar una segunda o tercera unidad, etiquetas que no son claras, duplicidad de precios o incluso, productos sin precio. En la OCU reciben muchas denuncias de consumidores que encuentran descuentos y promociones engañosas, una situación que les lleva a comprar artículos que no necesitan o a pagar precios mucho más elevados de lo que a primera vista parecía. En ocasiones es complicado identificar los precios reales de productos en oferta, lo cual crea confusión.

Por otra parte, en alimentación, los productos deben llevar, además de su precio final, el precio por unidad de medida, que suele ser kilos o litros (excepto en el caso de los huevos, que tiene que indicarse por unidad). Desde la OCU han comprobado que este concepto no aparece en multitud de ocasiones. También la letra pequeña, bastantes veces de imposible lectura, es otra práctica desleal, al igual que lo es tapar los precios.

Además, es habitual que algunas tiendas o folletos muestren el “precio recomendado” y debajo de éste el precio de “venta al público” o el descuento realizado. Así, para el consumidor eso indica que es un precio especial o una rebaja, pero la ley indica que cuando haya una rebaja o descuento, el precio que se debe mostrar es el más bajo que haya aplicado la tienda durante el último mes.

consejos Desde la OCU quieren acabar con las ofertas engañosas, por lo que alertan a los consumidores con una serie de consejos. El consumidor debe comprobar que realmente necesita el producto ofertado, y que la cantidad es adecuada. Conviene no dejarse llevar por la publicidad o por los precios atractivos y comprar solo aquello que realmente se necesita.

Aparte, es necesario comprobar que el precio que se oferta está realmente rebajado y que es mejor que el de otros establecimientos. Según aconsejan desde la OCU, es importante fijarse en el precio por kilo o por litro para poder comparar precios de los artículos.

No está de más fijarse en la fecha de caducidad, que es fundamental. Hay veces que el cliente se lleva varios artículos para tener la promoción (promoción 3x2), o productos en tamaño familiar, y realmente no da tiempo a consumirlos antes de la fecha de caducidad. Al mismo tiempo, hay que tener en cuenta la capacidad del envase para comprobar que no haya disminuido al igual que su precio. Por eso, hay que comparar los productos en oferta y los que no lo están.

La OCU incide en la necesidad de leer la letra pequeña de la oferta para conocer todas las condiciones y los requisitos. Además, en las ofertas de productos con premio o regalo, hay que ver si realmente el cliente va a utilizar dicho regalo. En las promociones en las que se regala una segunda unidad del producto, es necesario comprobar los costes de las dos unidades para ver si realmente el cliente esta ahorrando o con el pago de uno ya está cubierto el coste del otro.

Si el cliente acude a un establecimiento a comprar un producto ofertado, no hay que caer en la trampa de comprar otro producto que no necesita en ese momento.

Por último, desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) aconsejan tratar de elegir establecimientos adheridos al sistema arbitral de consumo, que ofrecen más garantías al comprador. Es necesario tener en cuenta que todos los establecimientos deberían tener hojas de reclamaciones a disposición de los clientes. - B. Martín / Foto: Gorka Estrada