BILBAO - El tijeretazo a las ayudas a las energías renovables empieza a pasar factura a España y la cantidad final a pagar puede ser muy elevada. El Estado ha perdido el primero de los numerosos arbitrajes internacionales a los que se enfrenta por cambiar el marco regulatorio después de utilizarlo como señuelo para captar inversiones. El Ciadi, la corte internacional de arreglo de diferencias del Banco Mundial, ha dado la razón a la británica Eiser y condena a España a compensar con 128 millones a la compañía, que invirtió 935 millones en tres plantas termosolares junto con otros dos socios.

Las operaciones se acometieron en 2007, el año en el que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero aprobó el decreto con el que pretendía acelerar el despegue de la energía verde en el Estado. Aprovechando los incentivos y el precio al que se pagaba el kilovatio, Eiser, asociado con Elecnor -con orígenes vascos pero con sede en Madrid- y la ingeniería Aries, impulsó dos plantas termosolares de 50 megavatios (MW) en Ciudad Real y otra de las mismas características en Badajoz.

Poco después se produjo el estallido de la crisis y, en 2010, dentro de los primeros recortes, los socialistas decidieron suprimir gran parte de los incentivos y bajar las retribuciones. Tras su llegada al poder el Partido Popular dio otra vuelta de tuerca con la aprobación de una reforma eléctrica que cambio de arriba abajo el terreno de juego penalizando sobre todo a los productores de energía renovable. El escenario cambio radicalmente y las compañías chocaron con un muro donde antes había oportunidades de negocio. Muchas de ellas han buscado una compensación en la mediación internacional y el fallo de Ciadi conocido ayer supone el primer revés.

En el anterior, que data de enero 2016, el Tribunal Arbitral de Estocolmo se pronunció a favor del Reino de España ante la demanda presentada por Charanne B.V. y Construction, Investments, dos sociedades vinculadas a Isolux, por los recortes al sector fotovoltaico.

El escenario que se abre tras la condena en el ámbito termosolar es incierto. Por ello, el Ministerio de Energía se apresuró ayer a afirmar que el laudo “no puede ser extrapolado ni constituir un precedente vinculante” a otras denuncias.

El Gobierno central estima que la decisión de Ciadi se ciñe “única y exclusivamente” a las tres plantas termosolares de las que eran socios Eiser y su filial Energia Solar Luxembourg, “en atención a sus particulares circunstancias”. Además, sostiene que es “excesivo” considerar que la reforma eléctrica “ha causado daño” a las compañías.

El objetivo ahora es que no se genere una avalancha de reclamaciones y el Ministerio aseguró que está estudiando la posibilidad de recurrir, a pesar de que Ciadi remarco que su laudo es “definitivo y obligatorio” y no cabe ningún tipo de recurso.

Por su parte, Anpier, la asociación de pequeños productores fotovoltaicos, exigieron el mismo tratamiento que reciben los inversores extranjeros, porque en su caso no cae la mediación internacionales. En España, las sentencias del Tribunal Supremo y del Constitucional han avalado los recortes aplicados por el Gobierno central. España acumula ante el Ciadi, dependiente del Banco Mundial, casi una treintena de demandas de inversores internacionales por los recortes aplicados a las energías renovables.

Más allá de las consecuencias económicas derivadas del cambio regulatorio, que podrían elevarse por encima de los 1.000 millones de euros, la retirada de los incentivo ha dejado una huella muy profunda en el sector. Tras el cambio regulatorio muchas instalaciones dejaron de ser rentables, lo que unido a los efectos directos de la recesión supuso un duro golpe para las empresas.

En 2008 la energía renovable daban empleo a casi 143.000 personas y hoy apenas se superan los 75.000 trabajadores. En el caso de la energía solar termica se ha pasado de 13.542 empleos a poco más de 6.000, y es el único área en el que no ha repuntado la contratación de personal con la recuperación económica.

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trabajadores suman las empresas vascas que trabajan en el campo de la energía solar termoeléctrica, el campo en el que operan los inversores británicos a los que les ha dado Ciadi la razón en su mediación. Ventas e innovación. Se trata de un sector intensivo en inversión en I+D (25 millones de euros anuales) y sus ventas rondan los 320 millones.

Empresas. El Cluster vasco de la Energía tiene un ‘subcluster’ centrado en la energía termosolar. En CSP Basque Country comparten espacio ingenierías y compañías que realizan operaciones de mantenimiento de los huertos soalres (Sener, Elecnor, Ingeateam, Iberdrola, Idom, Navacel o Lazpiur). Entre los fabricantes de componentes figuran Batz, Tubos Reunidos o Lointek.