madrid - El Banco de España considera que “aún existe margen” para que las entidades financieras españolas estudien “posibles operaciones corporativas” que les podrían ayudar a mejorar su eficiencia y a afrontar “con mayores garantías los elementos de presión” a los que está sometida su rentabilidad.

Según consta en el Informe de Estabilidad Financiera del Banco de España, publicado ayer, el sector continúa con el proceso de ajuste de la capacidad mediante la reducción de empleados y oficinas y ha incrementado su nivel de concentración, aunque “sigue en niveles reducidos” respecto a otros sistemas bancarios europeos.

La institución que encabeza Luis María Linde apunta que las entidades de depósito españolas en su conjunto cerraron el ejercicio 2016 con un resultado consolidado atribuido a la entidad dominante superior a los 10.800 millones de euros, un 21,2% menos que un año antes.

Esta caída se debió a la evolución desfavorable de todos los componentes de la cuenta de resultados, a excepción de los gastos de explotación y las pérdidas por deterioro de los activos financieros. En concreto, el margen de intereses del sector se redujo un 4,1% en diciembre, debido a que el descenso en los costes financieros no pudo compensar la caída en los ingresos financieros en el actual contexto de bajos tipos de interés.

La rentabilidad sobre los fondos propios también se redujo en el último año en 1,3 puntos porcentuales, desde el 5,6% de 2015 al 4,3% del año pasado. - E. P.