GASTEIZ. El juzgado de lo Social número 1 de Vitoria considera probado que el operario Kepa Galdós, fallecido en 2012, utilizó y manipuló materiales de obra que contenían amianto "sin ningún tipo de protección individual" durante el tiempo en el que realizó tareas de mantenimiento y obras para este consistorio alavés entre 1980 y 2006, cuando causó baja por una incapacidad permanente total.
El juicio por estos hechos se celebró el pasado octubre y la sentencia fechada el 6 de octubre da la razón a la familia ante el consistorio, que en la vista negó que la muerte de Galdós se debiera a una exposición cancerígena.
La titular del juzgado argumenta que durante el tiempo en el que el operario trabajó para el consistorio se conocía de la toxicidad del amianto y que a pesar de ello Galdós "estuvo expuesto de forma continuada y sin protección a la inhalación de fibras de amianto, sin que por parte del Ayuntamiento de Llodio se adoptara las medidas previstas en la normativa vigente".
En la resolución también se recuerda que la Seguridad Social reconoció en este caso las prestaciones económicas por viudedad derivadas de una enfermedad profesional y que el Instituto vasco de Seguridad y Salud Laborales, Osalan, concluyó que existían indicios que apuntaban a la exposición al amianto y que las actividades de este trabajador fueron realizadas todas ellas sin protección.
Contra esta sentencia cabe recurso ante la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco.