bilbao - La dirección de Sidenor y la mayoría de los sindicatos alcanzaron en la madrugada de ayer un acuerdo para poner en marcha el expediente de regulación temporal de empleo de dos años que se necesita para relanzar la actividad del grupo industrial, según asegura la compañía. Es el primer gran pacto laboral en la nueva andadura de Sidenor tras el final de la etapa bajo el paraguas de la multinacional brasileña Gerdau. La compañía ha fijado las condiciones del ERE junto a CCOO, UGT, USO y CSI-F, que suman al 76% de la representación sindical. Se quedan fuera ELA, LAB y ESK, que son minoritarios en el conjunto del grupo pero tienen un gran peso en las seis fábricas de Euskadi. Cada centro de trabajo tendrá que ratificar el acuerdo por lo que puede haber batalla en los que están en la CAV. Este primer choque anticipa un fuerte enfrentamiento en los centros de trabajo vascos y un clima de negociación frío de cara a otras cuestiones.
Las nueve plantas del grupo están ahora en manos del equipo directivo, con José Antonio Jainaga a la cabeza. Los propietarios actuales no son por tanto unos recién llegados a la plaza, de modo que no les ha pillado por sorpresa que ELA y LAB se hayan desmarcado del acuerdo. Los dos sindicatos abertzales mostraron ayer su oposición frontal y se reservan en la manga el as de impugnar ante la autoridad laboral el expediente de regulación.
La compañía afirma que no hay más remedio que contener los gastos corrientes durante un plazo de dos años para realizar un proceso de reconversión a medida en cada fábrica. Hay un compromiso de inversión, sobre todo en Basauri, que será la planta menos afectada por la regulación de empleo ya que apenas un 20% de su plantilla entrará en el ERE de dos años. La planta vizcaina es la joya del nuevo grupo industrial y sucede como principal locomotora del proyecto a Reinosa, donde el expediente afectará al 75% de los trabajadores. Las condiciones salariales serán las mismas para todos.
complementos salariales Los empleados que entren en suspensión de empleo recibirán un complemento por parte de la empresa que recibir un 90% de su salario. Las extras y las vacaciones e cobrarán en su totalidad. Los suplementos salariales han sido la clave del acuerdo. La negociación estaba bloqueada porque la empresa no quería completar más allá del 75% del sueldo y el camino se allanó definitivamente cuando cedió y aceptó subir el listón.
El expediente se aplicará durante dos años en todas las plantas del grupo, a excepción de las Legazpi y Azuqueca de Henares (por no ser productivas y contar con plantillas de unos tres trabajadores). El conjunto del grupo tendrá una actividad del 50%, si bien el porcentaje variará en cada planta en función de sus cargas productivas actuales y las carteras de pedido.
La fábricas vascas serán en general las menos afectadas. Tras Basauri (20% en la fábrica y 50% en oficinas) se situan Legutio y Gasteiz (ambas con un 35% de jornada afectada). Un escalón más abajo está la fabrica catalana del grupo, Polinya (39%). Azkoitia será el segundo centro de trabajo vasco con mayor impacto (62%), aunque todavía lejos de Reinosa. La peor parada será la unidad productiva de Maltzaga, donde el 100% de la plantilla se verá afectada y su producción se desviará a Gasteiz.
El acuerdo también contempla otras medidas encaminadas a implantar mecanismos de flexibilidad y movilidad geográfica y horaria. Así como ayudas a la jubilación y la conciliación familiar o la introducción de planes de formación para mejorar la polivalencia de los trabajadores. Según la empresa, con la firma de este acuerdo la dirección dispondrá de las herramientas laborales “para poder tomar decisiones de forma ágil, organizada y acorde a las necesidades productivas de la empresa”.
1.500
trabajadores vascos forman parte la plantilla de Sidenor. Otros 800 empleados tienen su puesto en las fábricas de Cantabria, Catalunya y Guadalajara. Hay seis fábricas del grupo en Euskadi, Basauri, Legutio, Gasteiz, Legazpia, Azkoitia y Maltzaga. Complemento salarial. La clave para desbloquear la negociación ha sido el complemento salarial que permitirá a los trabajadores que estén en regulación de empleo cobrar el 90% de su salario y el 100% de las pagas extras y las vacaciones.
Flexibilidad. El acuerdo incluye una medidas complementarias de flexibilidad laboral. Se realizará un análisis de la carga de trabajo de cada fábrica y se promoverá la movilidad entre centros para atender necesidades. Respecto a las vacaciones se abre la posibilidad de partirlas, con un disfrute de 20 días de forma continuada durante los meses de julio, agosto y septiembre. Los otros 10 días restantes serán en Navidad o en Semana Santa.
Jubilaciones. En relación a los contratos de relevo y las jubilaciones parciales, se prevé el mantenimiento de las condiciones que actualmente convenidas hasta el 31 de diciembre de 2018. La empresa se ha comprometido a que no exista merma a las cotizaciones a la Seguridad Social para los potenciales jubilados en los dos próximos años.