Aunque en líneas generales el sector del lujo atraviesa un momento saludable, la amenaza del fraude es cada vez mayor y está mejor organizada. La industria del lujo, es decir, joyas, coches, bolsos, relojes y otros complementos de marca, mueve en Europa alrededor de 500.000 millones de euros al año, aunque 50.000 millones se pierden por las falsificaciones, según explicó ayer el copresidente del Intergrupo de las Industrias Creativas y Culturales del Parlamento Europeo, Christian Ehler.

En una entrevista concedida a Efe, Ehler apuntó que el sector creativo y cultural, del que forma parte la industria del lujo, es “una parte muy estable del comercio en Europa”, con un crecimiento del 10% anual, pero que padece el auge de las falsificaciones lo que puede poner en peligro esta dinámica al alza.

Christian Ehler, que ha participado esta semana en un encuentro organizado por el Círculo Fortuny en Madrid, explicó que el sector creativo y cultural supone el 4% del PIB europeo, aunque el Parlamento calcula que en la próxima década puede alcanzar el 5 o el 6%.

Un crecimiento que se puede ver eclipsado por la competencia ilegal, cada vez mejor organizada. El diputado europeo explicó de forma gráfica la evolución que ha seguido en los últimos años el pirata del sector del lujo, que ha pasado de hacer sus operaciones en plena calle a formar parte de redes perfectamente organizadas que operan por internet. “En el pasado podíamos pensar que las falsificaciones eran operaciones a pequeña escala protagonizadas por un pobre diablo que vendía productos en el top manta”, indicó Ehler, que apuntó que, al contrario, ahora el problema se ha extendido a plataformas “casi legales” y muy estructuradas en internet.

fondos para combatirlo Para combatir las falsificaciones, el Parlamento Europeo destinará a este fin “parte de los fondos de los programas del sector industrial”, que tienen un presupuesto de 1.700 millones de euros. Según Ehler, el sector creativo y cultural recibirá una séptima parte del total del programa de créditos. Ehler destacó que el área creativa y cultural emplea a 1,7 millones de personas sólo en la industria del lujo, aunque “la cifra asciende a 10 millones en el conjunto global del sector”, detalló.

En relación a España, Ehler apuntó “que existe una oportunidad impresionante para la reindustrialización” si se combinan “la gran herencia cultural del país, la digitalización y las nuevas tecnologías”.

Sobre los puntos fuertes de España, el eurodiputado destacó la “gran relación con las artes” y el valor de la gastronomía española como elementos que pueden hacer que el mercado del lujo avance con fuerza los próximos años.

En general, “la mezcla de diseño, estilo y tecnología será más importante para la distribución de productos que antes”, recalcó el europarlamentario. Además, Ehler insistió en la necesidad de contar con más mujeres empresarias, porque tienen talento y “no hay que desaprovecharlo”, y en adaptar “los instrumentos financieros de modo inmediato” para favorecer el emprendimiento, señaló el experto.

En cuanto a la forma de crecimiento, Ehler remarcó que “la sostenibilidad es una de las prioridades del sector del lujo”, caracterizado por servir de activo refugio en épocas de crisis al mantener su valor, como sucede sobre todo con el oro. Aun así, los expertos indican que la crisis sí ha frenado o al menos ha cambiado la utilización de productos de lujo con un cierto abandono de lo ostentoso por parte de aquellas capas de la sociedad con más recursos para cobrar mucha más relevancia el valor de la marca.

En el Estado español el sector del lujo movió el año pasado 5.687 millones de euros, según datos de la asociación Luxury Spain, que indica que este año se superará esa cifra. Más de la mitad del negocio de las compañías españolas de productos de alta gama procederá este año de las ventas al exterior, que aumentarán el 0,5% mientras el consumo interno crecerá el 2%.