BILBAO - La presencia del Reino Unido como país invitado en la cita con la internacionalización de la empresa vasca Intergune 2016 que organiza la SPRI en el BEC levantó la lógica expectación tras la decisión británica de abandonar la Unión Europea. Representantes de empresas vascas presentes en el Reino Unido destacaron la competitividad del mercado británico y sus buenas experiencias en el país pero advirtieron sobre los efectos negativos que puede tener para la economía el poner barreras a la movilidad de los trabajadores comunitarios porque “el talento se mueve” y recordaron que, a nivel industrial, en sectores como el de automoción, Gran Bretaña es una plataforma para exportar la mayoría a la Unión Europea y “este es un mercado que solo pueden perder”.

En la jornada que contó con la presencia, entre otros, del embajador del Reino Unido en España, Simon Manley, y el consul británico en Bilbao, Derek Doyle, participaron empresas vascas con presencia en las islas como Gestamp, Maier, Iberdrola y CAF, así como representantes británicos de organismos dedicados a la promoción de diferentes áreas económicas del Reino Unido como las de energía, automoción y transporte ferroviario.

La baja fiscalidad y el elevado tejido innovador y tecnológico de que se beneficia la industria del automóvil, el gran auge de la energía eólica marina con una normativa estable y predecible, y los grandes proyectos ferroviarios son las principales oportunidades de negocio en el Reino Unido, según destacaronlos representantes de Gran Bretaña presentes.

Aunque el embajador Simon Manley quiso quitar hierro a los posibles efectos negativos del Brexit y afirmó que el país permanece abierto a la innovación y a la inversión extranjera no tuvo más remedio que reconocer que el proceso del Brexit “no va a ser breve ni sencillo”.

El cónsul británico en Bilbao, Derek Doyle, presentador de los intervinientes destacó las necesidades de modernización del sector energético en el Reino Unido, especialmente por la eliminación de las centrales térmicas de carbón británicas y su apuesta por las energías renovables marinas.

El máximo responsable de Automotive Investment Organisation, un organismo de líderes del sector de la automoción dependiente del Ministerio de Comercio, Lawrence Davies, relató las excelencias del Reino Unido para acoger a industrias ligadas al sector de automoción. Y presentó un futuro innovador en el que la apuesta son vehículos más ligeros, menos contaminantes, eléctricos y autónomos. Davies destacó que Gran Bretaña produce 1,7 millones de vehículos al año “y el objetivo es llegar a dos millones en 2020”. Davies hizo un llamamiento a las empresas vascas para instalarse en las islas donde existe un nivel tecnológico notable como se demuestra, afirmó, en el hecho de que 9 de los 11 equipos de Fórmula Uno están basados en Gran Bretaña.

También destacó entre las ventajas de invertir en el país, la alta productividad británica y los bajos impuestos. El Reino Unido tiene “la fiscalidad más baja en el G7”, afirmó.

Miguel López Quesada, director de Comunicación de Gestamp, firma implantada desde 2011 en el Reino Unido, relató su experiencia empresarial en dicho territorio -donde cuenta con 6 plantas y una más en camino-, que “es buena”. “Es un país que cree en el automóvil. Hubo una época en que lo abandonó pero cuando nosotros fuimos allí, ya se produjo el cambio”.

Quesada recordó que los costes laborales son inferiores a los de España pero dejó claro que en automoción, Reino Unido es un mercado para la exportación y advirtió de los efectos negativos que puede tener para dicha industria el poner barreras a la movilidad de los trabajadores o los precios “altos” del suelo industrial, así como la escasa presencia de proveedores de primer nivel TIER1.

En el sector energético, la jornada incidió en las posibilidades de la eólica marina en el Reino Unido, el primer mercado mundial. Ignacio Marti, director de Innovación de ORE Catapult, un programa de innovación del Gobierno británico para centros de investigación en áreas estratégicas, señaló que Gran Bretaña tiene 8GW terrestres y 5 GW marinos instalados pero que espera doblar los offshore en 2010 hasta llegar a 10 GW, máxime tras haberse demostrado que las inversiones en energía eólica marina “ya son inversiones de bajo riesgo y la industria está bajando los costes de manear notable”.

Todo ello fue corroborado por Xabier Viteri, de Iberdrola Renovables, que destacó la importante apuesta de 8.000 millones de inversión en el Reino Unido lo que demuestra la confianza en un mercado con una reglas estables y predecibles, con apoyo gubernamental, y que “da una estabilidad de precios a largo plazo”.