BILBAO - La remodelación del consejo de administración de Kutxabank a finales de este mes reforzará el papel de los consejeros independientes en el banco vasco. Tres nuevos rostros entran en la entidad tras recibir el visto bueno de la Banco Central Europeo, renuevan su cargo siete y otros seis no han cumplido todavía el periodo por el que fueron designados o son consejeros ejecutivos. Entre ellos, está Xabier Iturbe, el presidente de Kutxa, que se verá obligado a dejar su cargo en la fundación bancaria que gestiona la obra social de la antigua caja de ahorros guipuzcoana por incompatibilidad con el nuevo marco regulatorio dictado desde Bruselas.
Iturbe no ha comunicado todavía oficialmente su decisión y tiene hasta el jueves de la próxima semana para hacerlo. Sin embargo, fuentes consultadas por este diario confirman que ha preferido seguir formando parte del consejo del banco y que, por tanto, tendrá que dejar su cargo en Kutxa. Todo apunta a que lo mismo ocurrirá con José Miguel Martín Herrera, que en principio también seguirá siendo consejero de Kutxabank y que es en estos momentos el vicepresidente de Kutxa. En ese caso, se cerraría la puerta a un relevo natural en la fundación bancaria guipuzcoana y sería necesario reorganizar gran parte de la estructura.
Iturbe ha decidido centrarse en desarrollar su carrera profesional y dejar a un lado la labor que venía desarrollando hasta ahora como máximo responsable de la obra social de la antigua caja guipuzcoana. No ha transcendido nombres de candidatos a sustituirlo.
tres nuevos consejeros Al margen de esa consecuencia colateral, los tres nuevos consejeros modifican la estructura del consejo de administración, que a partir de ahora tendrá más consejeros ejecutivos e independientes que dominicales, los que representan directamente a los accionistas. Ese equilibrio de fuerzas se considera una clave del bueno gobierno corporativo.
Los independientes acceden al consejeo por su alta cualificación tras su designación por la presidencia y en general tienen una visión más amplia del negocio, mientras que los dominicales, que también tienen que pasar el filtro del Banco Central y por tanto tienen la formación que requiere el cargo, representan en principio los intereses de los accionistas de referencia.
En este caso, el capital de Kutxabank está exclusivamente en manos de BBK, Kutxa y Caja Vital, y reforzar la presencia de independientes supone un paso más para borrar cualquier sombra de concertación en las decisiones en el consejo. Se trata de una cuestión capital, porque si el BCE percibe que los accionistas votan en bloque obligaría a triplicar el fondo de reserva que permite a BBK mantener el control del banco.
Los tres nuevos consejeros tienen una dilatada trayectoria en el mundo financiero y alguna de ellas ha tenido responsabilidades de gobierno. Es en concreto, Manuela Escribano, viceconsejera de Hacienda durante el mandato de Patxi López. Doctora en Ciencias Económicas por la UPV y profesora de Economía Aplicada, Escribano fue mano derecha en Lakua de Carlos Aguirre, con quien volverá a coincidir en el consejo de Kutxabank. Desde el Gobierno Vasco Escribano tuvo un papel destacado en la creación del banco de las tres antiguas cajas de ahorros.
Roxana Meda, Licenciada en Ciencas Económicas y Empresariales, inició su trayectoria empresarial como auditora de cuentas de PricewaterhouseCooper, compañía a la que estuvo ligada durante dos décadas. También ha tenido cargos de responsabilidad en el mundo de la empresa y en la actualidad es asesore independiente de diversas compañías. El tercer nuevo consejero es Antonio Villar Vitores, también licenciado en Económicas y Empresariales y con experiencia en el mundo de la banca.
Los tres nuevos consejeros ocuparán las sillas que dejan Ainara Arsuaga, Josu Arteaga y Begoña Atxalandabaso.