Gasteiz - “La industria tiene un reto político ante economías enormes como la china, pero eso no debe utilizarse como una excusa para escurrir el bulto”, advierte Unai Sordo. El líder de CCOO-Euskadi coincide en que las medidas que se han tomado desde la administración, como la “bancarización de las cajas” o los “recortes en las políticas industriales e I+D”, no han ayudado a proteger la industria vasca, y reclama “democratizar” la política industrial para anticipar los cambios y que estos “no nos pasen por encima como un tsunami”.
“El actual modelo de globalización sin normas ni estándares sociales y medioambientales es un reto global. Euskadi no es una isla. Necesitamos que Europa habilite políticas que hagan que las exportaciones que no cumplen unos mínimos tengan un gravamen que evite la competencia desleal”, opina Sordo en referencia a las medidas antidumping, tan solicitadas pero que no acaban de llegar.
Además, reclama “impulsar y democratizar las políticas industriales”. “Hay que establecer un marco estable de información sobre cómo y por dónde van a evolucionar los sectores, las empresas y el empleo. Sobre esa base compartida hay que orientar las políticas de empleo, de apoyo a sectores estratégicos y de mejoras en la cualificación para que esos cambios que vienen no pasen por encima de los trabajadores como un tsunami”, afirma Sordo reivindicando más participación sindical. “Este conjunto de políticas son la base de un marco tripartito, estable y reconocido. Lo llamamos diálogo social o como queramos, pero ese debate se tiene que dar entre Gobierno, patronal y sindicatos”, afirma.
En la propuesta de Confebask ve Sordo más un modelo de gestión empresarial que un sistema de relaciones laborales. “Pretende limpiar la cara de la patronal, estirar las ventajas que le otorga la reforma laboral y escapar de compromisos sobre la negociación colectiva”, censura el líder de CCOO, que ilustra de forma cinematográfica la idea de Adegi de cambiar la sokatira por la trainera: “En el Titanic también iban todos en la misma dirección y cuando se hundió se salvaron los pasajeros de business y se ahogaron los de tercera”.
El sindicalista bilbaíno cree que la patronal habla de participación y transparencia interesadamente. “Ninguna organización sindical cabal rechaza mayor participación con información real en las empresas. Pero la patronal tiene que asumir que esta relación es conflictual y colectiva, y ahí el sindicato es insustituible. Salvo que se apueste por un paternalismo al margen del convenio y una individualización de las relaciones. Y mucho de eso también hay”, asegura.
Sordo defiende el papel de los convenios como herramienta de cohesión en la mediana y pequeña empresa. “Sin marcos sectoriales no hay sindicalismo de clase. Hay corporativismo y privatización de la negociación colectiva, aunque se disfrace de discurso radicaloide”, lanza en alusión a ELA. “Dicho eso, la acción sindical en la empresa es más trascendente que nunca por la enorme diversidad de lo que hoy es la clase trabajadora. Debemos enfocar la mayoría de los recursos a fomentar la organización en todas las empresas y dotar a esa gente de herramientas para hacer un sindicalismo más amplio”, finaliza.