bilbao - La multinacional Eaton, dedicada a la fabricación de material eléctrico, ha planteado al comité de empresa de Derio el despido de la mitad de la plantilla, unas 50 personas, y el traslado a Rumanía de la rama de producción principal de la planta. El sindicato ELA avisa de que el ERE anunciado, del que se conocerán más detalles el martes, supone un “cierre en diferido” de la fábrica ya que con la carga de trabajo que permanecerá en Derio “no es posible mantener” durante mucho tiempo a la plantilla que queda fuera del expediente.

De nuevo un movimiento de una multinacional, en este caso de origen estadounidense aunque con sede en Dublín, pone en jaque un buen número de puestos de trabajo en Euskadi. Según denunció ayer ELA, que cuenta con siete de nueve miembros en el comité de Derio, la dirección de Eaton ha comunicado esta semana su intención de comenzar las negociaciones de un ERE de extinción. Será el martes, en una reunión en la fábrica del municipio vizcaino -el comité se ha negado a trasladarse a un hotel de Bilbao como proponía la compañía- cuando se conozcan más detalles sobre los planes de la multinacional, aunque la plantilla se teme lo peor.

De momento la dirección solo ha indicado que el ERE afectará a la mitad de la plantilla, de algo más de un centenar de trabajadores, unos 90 fijos y entre 10 y 20 eventuales que trabajan de forma permanente, explicó ELA. Por tanto el expediente afectará al menos a 50 personas, incluso sumando los despidos de temporales la pérdida de empleo podría superar esa cifra. Además, la empresa ha dado a conocer su intención de trasladar a Rumanía una de las tres líneas de producción de la fábrica, dedicada a la fabricación de piezas para diferenciales y cuadros eléctricos. En concreto, según explicó esta central sindical, se trata de la línea de negocio principal ya que concentra el 65% de la producción de Derio, con lo que la carga de trabajo sería muy inferior a la actual. “Es evidente que no es posible mantener el 50% de la plantilla solo con el 35% de la producción”, indicó Andoni Sanz, de ELA, que denuncia que el movimiento de la multinacional supone “un cierre en diferido”.