londres - La crisis del sector del acero se extiende por toda Europa donde los fabricantes no pueden hacer frente a la caída de precios generada por los excedentes que exporta China con prácticas de dumping. En el Reino Unido, sus principales plantas siderúrgicas también están, como en Euskadi, en manos de empresarios indios, en este caso de Tata Steel que ha amenazado con la venta de las plantas y un cierre generalizado de sus fábricas en las islas si no encontrase comprador.
La situación le ha estallado al Gobierno conservador de David Cameron en pleno proceso sobre la posible salida del Reino Unido de la UE. Consciente del problema, Cameron señaló, tras una reunión de urgencia de su gabinete sobre la crisis del acero: “Haremos todo lo que podamos, pero es una situación difícil y no hay garantía de éxito”, informó la BBC. Cuestionado sobre la posibilidad de realizar nacionalizaciones del sector siderúrgico, Cameron replicó que su Gobierno “no descarta nada” -no hay que olvidar que hasta en el capitalista Estados Unidos, el presidente Obama no dudó en nacionalizar temporalmente General Motors para evitar su quiebra-, aunque “no cree que la nacionalización sea la respuesta correcta”, según The Guardian. Asimismo, el primer ministro defendió las últimas medidas del Gobierno, que ha rebajado los costes de la energía eléctrica para la siderurgia británica.
Tata Steel se hizo en 2007 con el control de la siderurgia británica tras adquirir la anglo-holandesa Corus, nacida en 1999 de la fusión de British Steel y Hoogovens, tras presentar una oferta de compra de 6.200 millones de libras (9.342 millones de euros) por un grupo capaz de producir 18 millones de toneladas de acero derrotando a la brasileña Companhia Siderurgica Nacional (CSN). -X.A.