BILBAO - La patronal de la construcción de Bizkaia denunció ayer el dumping que a su juicio practican las administraciones vascas licitando obra pública por debajo de los costes de producción. El ladrillo “mantuvo en 2015 su baja actividad” y los empresarios pidieron a las instituciones que estimulen la actividad. “Somos un sector tractor y para que Euskadi salga de la crisis hay que apoyar también a la construcción”, subrayó el presidente de Ascobi, Humberto Perea.

La Asociación de Constructores y Promotores de Bizkaia presentó el informe de actividad del año pasado. En resumen, el sector “consolidó su recuperación” tras “tocar fondo den 2013. Sin embargo, se esperaba “mayor fuerza en la reactivación” y además se registró en “enfriamiento” en los últimos meses de 2015 que se ha mantenido en el arranque de este año, afirmó el secretario general de Ascobi, Iñaki Urresti. Todo esto lleva a la patronal a ser “conservadora” y “algo más pesimista” que hace unos meses en sus previsiones de crecimiento.

El mensaje coincide en el tiempo con la presentación en Bizkaia de varios expedientes de regulación en el sector que han supuesto recientemente el despido de un centenar de trabajadores y cerca de 200 suspensiones de empleo. Si se echa la mirada más allá, el año pasado se perdieron 2.000 puestos de trabajo en la construcción vizcaina, pese a que en el nivel de empleo se mantuvo “relativamente estable” en el conjunto de la CAV con un retroceso de 100 empleos.

La actividad no despega con fuerza y eso limita el impacto de la notable mejora del área inmobiliaria. Se venden más pisos y a un precio más elevado, pero la obra pública y la edificación de viviendas de protección oficial son las que mueven grandes volúmenes de dinero y ahí la situación es de estancamiento e incluso de retroceso.

La obra pública registró el año pasado un incremento del 11% en Bizkaia, pero bajó un 4% en el conjunto de Euskadi. Son oscilaciones menores que ni solucionan los problemas de las constructoras ni los agravan. En el caso de las edificiación de VPO, la caída el año pasado fue de un 32% en Bizkaia y del 36% en la CAV. Sin embargo, lo que inquieta realmente a los constructores son los bajos precios de las licitaciones, que se adjudican con rebajas medias de un 35% respecto al precio del concurso y que llegan en ocasiones hasta el 50%.

“El dumping no se realiza únicamente desde países alejados para perjudicar a la industria vasca, también es una práctica que padece el sector vasco de la construcción cuando la administración contrata obra pública por debajo de los costes de producción aquí”, lamentó Humberto Perea.

Iñaki Urresti aseguró que esas rebajas en las licitaciones están “destruyendo” a numerosas empresas del sector. Por ello, pidieron una “política de precios sensata” en las adjudicaciones, estímulos para el sector privado y medidas de carácter normativo que “hagan viables las promociones urbanísticas”. Sin ese paraguas, la construcción no logrará la recuperación real y Ascobi recordó ayer que la crisis ha afectado en todas sus vertientes al sector, que ha perdido solo en Bizkaia 25.000 empleos los últimos años.

100

puestos de trabajo se perdieron el año pasado en el sector vasco de la construcción. La caída fue más acusada en Bizkaia, donde se destruyeron 2.000 empleos. Los últimos meses se han producido cerca de un centenar de despidos en Bizkaia, sin embargo, Ascobi da por terminada la “destrucción masiva de empleo” de la crisis.

51,6

millones de euros fue el incremento de las licitaciones públicas en Bizkaia el año pasado, un 11% más. En cambio las adjudicaciones bajaron un 4% en el conjunto de la CAV. La licitación de obra pública supuso casi 994 millones en Euskadi, más de la mitad (519 millones) de ejecutaron en suelo vizcaino.