MADRID - El expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa justificó ayer, durante su declaración en el Juzgado de Instrucción número 45 de Madrid, los altos sueldos directivos por un aumento de sus funciones y advirtió de los “serios errores” vertidos en el informe elevado al FROB y por el que este organismo le acusó de causar un perjuicio económico de 14,8 millones de euros .
Fuentes jurídicas señalaron que Blesa ocupó gran parte de su declaración en realizar continuas referencias a estos errores, subrayando que en el informe de la consultora PwC no aparecen “documentos esenciales” que sí obran en poder de la Audiencia Nacional. Dicho informe fue el que utilizó la Fiscalía Anticorrupción para pedir en enero de 2015 que este asunto de los sobresueldos se investigara de forma autónoma a la causa que el juez Fernando Andreu lleva en la Audiencia Nacional sobre el caso Bankia y que se refieren fundamentalmente al periodo comprendido entre 2007 y 2010, bajo la presidencia de Miguel Blesa.
El Tribunal Supremo resolvió la semana pasada de forma definitiva que fuera el Juzgado de Instrucción número 45 el competente para instruir una causa por la que ayer fueron citados en calidad de investigados Miguel Blesa y el ex director financiero de Caja Madrid Ildefonso Sánchez Barcoj.
fallos del informe El expresidente de Caja Madrid justificó la decisión en 2008 de aumentar la retribución entre un 16% y un 26% del sueldo fijo, lo que implicaba mantener la masa salarial de un año anterior a pesar de que, entre medias, el comité de dirección pasó de diez a nueve miembros por la salida de Ramón Ferraz Ricarte.
Blesa subrayó que uno de los mayores errores vertidos en el informe elevado al FROB obvia que la comisión de retribuciones conocía que Ramón Ferraz Ricarte -que pasó del comité de dirección a Cibeles y luego a presidir el City National Bank of Florida, tras la adquisición de Bankia- había cesado de sus funciones “meses atrás” a la fecha que consta en el documento elaborado por la consultora PwC. Según Blesa, los nueve directivos de Caja Madrid pasaron a partir de 2008 a asumir mayores funciones. Otras fuentes jurídicas señalaron que este extremo no fue corroborado por el otro investigado, Sánchez Barcoj, quien mantuvo ante la juez que las funciones no se reordenaron tras la reducción de miembros con la salida de Ramón Ferraz Ricarte.
acuerdo con los sindicatos Al centrarse en desmontar el informe elevado al FROB, la defensa del exbanquero se basó en señalar que este documento no incluye otra información clave como que los complementos de pensiones se aplicaron en virtud de un acuerdo firmado con los sindicatos en 1998. Dicho acuerdo recogía que a este tipo de complementos se le aplicaba un régimen por el que Caja Madrid se comprometía a asumir la carga fiscal. Blesa justificó que este contrato no fuera refrendado por la comisión de retribuciones en el hecho de que dicho órgano no formaba parte de la estructura interna en el momento de la firma.
Blesa declaró por espacio de hora y media, unos quince minutos más que Sánchez Barcoj. Este último se limitó a defender que tenía un papel secundario en Caja Madrid, ya que, como director financiero, formó parte de la comisión de retribuciones pero no del consejo de administración. También reveló que entre los directivos de la entidad había discrepancias por la opacidad de criterios a la hora de que Blesa asignara una mayor o menor subida del sueldo.
El expresidente de Caja Madrid evitó cruzarse con un grupo de treinta preferentistas que protestaban en la puerta principal de los juzgados al usar, tanto a la entrada como a la salida, el garaje de los juzgados. Además, estuvo acompañado por varios agentes de la Policía y de la seguridad privada de estos juzgados. - Efe/E.P.