atenas - La entrada de una veintena de tractores en la emblemática plaza de Syntagma, sede del Parlamento griego, simbolizó ayer el amplio rechazo social, en su mayoría de agricultores y autónomos, a la reforma de pensiones que el Gobierno negocia con los acreedores internacionales del país. Estos veinte tractores fueron los únicos a los que la Policía permitió la entrada en Atenas y acompañaron a las 10.000 personas, según la Policía, que se concentraron a las puertas del Parlamento.

Allí les esperaba una multitud emocionada que entre aplausos y gritos de ánimo se concentró para exigir al Ejecutivo de Alexis Tsipras la retirada del plan que supone una subida de las cotizaciones y un aumento de los impuestos especialmente duro para campesinos y autónomos.

Los trabajadores del campo se resisten a aceptar los planes del Gobierno que pretenden igualar el sistema de cotizaciones al de los asalariados, lo que implica elevar progresivamente sus cotizaciones del 7% actual de su base imponible al 26,95 %. - Efe